Una lucha que aún no termina por Aluminio

Este viernes se cumplen doce meses del anuncio que paralizó a toda una comarca, el del Ere en Alcoa. La implicación del comité de San Cibrao, la movilización social y la Justicia impidieron que por el momento se llevase a cabo el cierre y que se abrieran alternativas como la venta de la fábrica, que sin embargo todavía no se hizo efectiva.

Manifestación en Viveiro, hace un año. JOSÉ Mª ÁLVEZ (ARCHIVO)
photo_camera Manifestación en Viveiro, hace un año. JOSÉ Mª ÁLVEZ (ARCHIVO)

Alcoa planteó el Ere para 534 trabajadores de la fábrica de Aluminio de San Cibrao el 28 de mayo del año pasado. Desde entonces la actividad sindical, social y política ha sido frenética para evitar que se consumase. Aquí se recogen algunas de las fechas más destacadas de esta historia todavía sin final.

El prólogo

Antes de ese fatídico 28 de mayo ya hubo gestos que no hacían presagiar nada bueno. El más significativo fue la decisión anunciada el 23 de abril de dejar de reconstruir las cubas de electrolisis que llegaban al final de su vida útil, lo que desembocó en Ertes en dos auxiliares con 43 trabajadores afectados. La medida, decían, era "temporal" para ayudar a paliar los efectos de la crisis derivada del covid y con ella se apagarían unas seis cubas al mes, que se sumarían a las 32 paradas en agosto de 2019, en aquel entonces por el elevado precio eléctrico. 

El mazazo del Ere 

En las semanas anteriores la empresa había manifestado que la fábrica estaba en una situación "crítica" pero el mazazo de anunciar el Ere fue mayúsculo. Esta apertura de un periodo informal de consultas para el despido colectivo de 534 trabajadores la planteó a cien kilómetros de A Mariña, en una reunión en un restaurante de Lugo, donde seguirían celebrando los encuentros posteriores, todos infructuosos por la cerrazón de la aluminera en apagar las cubas —alegaba pérdidas de 1,2 millones a la semana— y la negativa del comité a firmar nada que tuviera que ver con eso. 

El plazo formal de negociación del Ere empezó el 25 de junio y era de treinta días, pero se amplió hasta el 4 de agosto. Finalmente esta última reunión duró unas 30 horas y concluyó con la firma del acta de desacuerdo. A la jornada siguiente la dirección no acude a la reunión al asegurar que hubo intimidación por parte de un grupo de trabajadores y da por finalizado el periodo de consultas. 

Primera negociación para la venta a Alvance 

Antes de que terminara la negociación del Ere el Gobierno desveló el nombre de un inversor interesado en Aluminio: Alvance, del grupo GFG —antes Liberty House Group, que había intentado comprar las plantas de A Coruña y Avilés—, y el 13 de agosto Alcoa acepta la propuesta de la Xunta y del Ejecutivo central para ampliar hasta el 28 de septiembre el periodo de consultas del Ere y negociar en esas seis semanas la venta de la fábrica. El 9 de septiembre el inversor presentaba al comité un proyecto ilusionante, con un plan industrial para la modernización de las instalaciones y un plan energético para abaratar el coste eléctrico y producir aluminio verde mediante el suministro de renovables. 

Sin embargo, el 27 terminaba el plazo de negociación sin acuerdo y Alcoa aludía a las "demandas poco razonables" del comprador y la exigencia de un contrato de suministro de alúmina por veinte años "fuera de las prácticas habituales del mercado". Después se supo que en estos últimos días Alcoa también descartó vender la fábrica a la Sepi (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales).

Judicialización 

Tras concluir la mesa negociadora del Ere sin acuerdo —en una tensa reunión, esta vez en un pazo de Nigrán—, Alcoa anuncia el 9 de octubre su intención de aplicar el Ere finalmente para 524 trabajadores y apagar las cubas antes del 31 de marzo. Los sindicatos impugnan el Ere y solicitan medidas cautelares al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), que el 4 de noviembre falla a su favor e impide cualquier acción encaminada a parar las cubas, a lo que Alcoa recurre pero su reclamación no es aceptada.

El mismo tribunal juzga el Ere el 3 de diciembre y lo declara nulo por "mala fe" el 17 del mismo mes, el único día de celebración para los trabajadores. La empresa recurrió ante el Tribunal Supremo, que el mes pasado abrió las diligencias para ver este recurso y todavía no se conoce el fallo. 

Intervención pública e intento de venta a la Sepi 

Las llamadas a la intervención del Estado fueron recurrentes desde el inicio del conflicto pero se intensificaron con el fracaso de la venta y con la aprobación de iniciativas en este sentido en el Congreso de los Diputados y en el Parlamento gallego. El 5 de enero Alcoa anunciaba que estaba dispuesta a explorar de nuevo la venta a la Sepi y el 18 fructifica un acuerdo entre el comité y la empresa para llevar a cabo esta operación antes del 30 de abril. Sin embargo no es hasta el mes pasado cuando el Gobierno se pronuncia sobre la hoja de condiciones que le envía Alcoa para rechazar la inmunidad judicial que reclama —a cambio de vender la fábrica por 1 euro y aportar una elevada suma de efectivo— un blindaje que más tarde rebajaría. 

Situación actual 

Todo el mundo daba por hecho que sería la Sepi la que compraría la fábrica pero Industria sorprendió al echarse a un lado y situar a la sociedad estatal como una acompañante en el proceso. Instaba a Alcoa a llevar a cabo directamente la venta con los compradores interesados, que ya no era solo GFG sino hasta seis grupos industriales. La aluminera y el comité firmaron un acuerdo el miércoles en el cual se mantiene la paz social hasta el 19 de julio para que la empresa pueda iniciar conversaciones con los potenciales compradores, con los que estos días firma contratos de confidencialidad, pero insiste en que es la Sepi la que tiene que comprar la fábrica en primer lugar y así lo quiere también el comité.

Movilizaciones | Una treintena de actos originales y multitudinarios 
El comité de empresa organizó una treintena de actos de protesta por toda la comarca, Lugo o Santiago, además de en la propia factoría. Algunos de ellos por sorpresa como cortes en carreteras y autovías con quemas de neumáticos y muchos otros originales como las marchas nocturnas de San Cibrao y Mondoñedo, el encierro en los concellos de Xove y Viveiro, los encadenamientos en el cruce de O Castelo y en la Subdelegación del Gobierno o la réplica del vía crucis, con un particular camino del Calvario y crucifixiones en la entrada de la fábrica. 

20.000 personas 
Fueron las que congregó la manifestación más multitudinaria, una cifra histórica en la comarca registrada el 7 de junio del año pasado en Viveiro. También hubo muy concurridas marchas en Ribadeo, Xove o Foz, y vistosas protestas en As Catedrais, el banco de Loiba o la muralla de Lugo. 

Ahora 
Las movilizaciones están en 'stand by' desde el acuerdo de la paz social pero podría haber algún acto fuera de la fábrica para recordar el año de lucha.

Comentarios