La lucha por el futuro del aluminio llega a la piel

Pablo Mon, una de las voces del conflicto de Alcoa, se tatuó en su brazo izquierdo una fotografía suya en una manifestación con la que además homenajea a su padre

Los meses de lucha por buscar una solución al conflicto en la planta de Aluminio de Alcoa en San Cibrao van dejando huella y en algunos esa huella ya está marcada en la piel. Es el caso de Pablo Mon, una de las voces más significativas del conflicto del aluminio que arengaba a los asistentes a cada manifestación, protesta o concentración micrófono en mano. Ahora, uno de esos momentos, captado por el fotógrafo de la agencia Efe Carlos Castro, lo lleva tatuado en su brazo izquierdo. "A meu pai gustáballe moito esa foto, na que en realidade non se me recoñece, e cando faleceu decidín facer a tatuaxe, que tamén quere ser un recordo á loita que mantemos na fábrica", explica Mon. 

El encargado de trasladar la fotografía a la piel de Pablo fue Marco Paraños, de Tattoo Estudio de Viveiro, que trabaja el tatuaje clásico americano caracterizado por los colores vivos que confieren más autenticidad al dibujo. "É unha fotografía moi bonita e a idea de plasmala na pel está moi ben", explica Paraños, que subraya que desde hace un par de días que la imagen aparece colgada en las redes sociales está teniendo mucha repercusión y está gustando mucho. "Esperamos que esta sexa a primeira de moitas", asegura, "polo de agora aínda non tivemos máis peticións deste estilo, pero co que está gustando non sería raro que houbera máis xente interesada". 

"Xa sabíamos que ía ter repercusión", reconoce Mon, "a miña intención tamén era un pouco recordar que o conflicto segue aberto porque parece que se está esquecendo e o certo é que aínda non está resolto". 

Comentarios