El lobo atacó un rebaño de ovejas en Celeiro (Viveiro), dentro de una finca cerrada próxima al cementerio. De los 14 animales, solo tres quedaron vivos y deberán ser sacrificados, mientras que otros dos han desaparecido. El depredador ha dejado uno de los ejemplares prácticamente devorado sobre el terreno. Solo uno de los 15 animales que estaban en la finca ha conseguido salvarse.
El propietario, Antonio Liborio, cuyos animales han sufrido las acciones del depredador en otras ocasiones, ha perdido 55 cabezas de óvidos desde abril del pasado 2019, ejercicio en que el lobo se cobró 33 de sus ovejas. En lo que va de año ha contabilizado otras 22 pérdidas.
La desesperanza cunde en la familia de este celeirense, que ante la reiteración de los ataques ya se plantea deshacerse de toda la cabaña, que está a nombre de su mujer.