Lanchas del bonito seguirán la costera de Burela pero pescando el atún 'monxa'

De arribada por el mal tiempo, critican el cierre y apuntan que el tanque no debería empezar a faenar hasta agosto

Patrones y marineros de lanchas del bonito amarrados el viernes en Burela sin faenar, por el mal tiempo. X.L
photo_camera Patrones y marineros de lanchas del bonito amarrados el viernes en Burela sin faenar, por el mal tiempo. X.L

La inédita costera del bonito que, por primera vez, va a impedir pescarlo a finales de agosto, al agotarse la cuota asignada a España, tiene a la flota de cacea entre el asombro y el enfado. Muchas lanchas optarán por continuar faenando durante semanas en busca de atunes que entre los profesionales denominan monxas. Son peces que suelen frecuentar por estas fechas los cantiles de la costa y que alcanzan hasta 150 kilos de peso. Eso sí, de entrar bonito a sus líneas, los pescadores deberán devolverlo al mar, son pena de elevadas multas.

Manuel Martínez, un armador de Camariñas, propietario de la lancha Cielo Azul, con folio de Santoña, hace base en Burela para pescar y vender bonito. Al terminar la costera el próximo día 23, optará por seguir la costa hasta Portugal en busca de las monxas. "Guarnimos nilón de 110 milímetros en vez do de 90, porque eses bichos tiran moito máis, e pescaremos os atúns. Nosoutros contabamos seguir a campaña ata outubro e nos fastidia moito que nos pechen o bonito no mellor da costeira", señala. Tampoco le cuadra este cierre, planeado cuando quedaba un 19,90% de cuota española por consumir: "Traballando toda a flota, consumimos un 8% á semana", explica.

PESCA ACCIDENTAL. En opinión de estos y otros pescadores con amarre el viernes en Burela, el Ministerio de Pesca debería habilitar un tanto por ciento para pesca accidental de bonito, una vez cerrada la costera. Esta medida se aplica ya con la xarda. Y esgrimen razones parecidas a las que el sector proclama para que se amplíe la pesca del verdel: "Este bonito é peixe que se non se pesca acaba con outros moitos, como a sardiña ou o bocarte. Come de todo e será prexudicial para agora".

REPARTO POR DÍAS. En una costera normal, los tanqueros habrían comenzado a pescar en el Golfo cuando ya la cacea tuviera a bordo sus buenas mareas, pero este años el arte del pulso se adelantó. Y cargó. Por eso las lanchas ven que el consumo del cupo debería regularse con tiempos de acceso al caladero."Se eles comezan en xuño canda nosoutros e o peixe se lles mete en bolos na costa, acaban co cupo moi axiña; os tanqueiros deberían empezar máis tarde que os da vara", indica Martínez, para quien esta es la segunda costera al bonito. Su compañero en el mar, patrón del Miranda, también opina que esa regulación mejoraría los precios en lonja.

"Nosoutros con 60 peixes de dez quilos, defendemos o día. É unha pena que isto suceda", señalan.

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