La milla nocturna de Covas

La playa mariñana más larga ofrece en marea baja un paseo espectacular y múltiples cálculos. El arenal y sus caminantes son la muestra de unos de los paisajes más vivos de la comarca

Con 1.500 metros entre el espigón "Titanic" y Os Castelos, Covas es la playa mariñana más extenso, próxima a la milla. Y seguramente la mejor compactada en marea baja para caminar sobre. Su soledad nocturna es espectacular tanto para los que prefieren guiar sus pasos bajo farolas como aquellos que dejan huella junto a olas normalmente inocentes.

Covas guarda misterios. ¿Cuántos cientos de miles de toneladas de arena acumula el mar hacia el canal? Esa paciente obra ante la osadía humana cubre el que fuera gran banco marisquero del navallal de Covas, hoy tomado por la vegetación. Podemos saber cuánto sobrevivirán los castillos de arena, observando la marea pero, ¿cuánto tardará en socavar las casas construidas sobre las dunas?

Hay incógnitas a nuestro alcance, como la dirección del viento en función de si huele a aleta de tiburón secada en Celeiro o el número de yates fondeados al ver tintinear los topes en los mástiles.

Hace años, cuando todavía no se contaban los pasos con el móvil, el investigador de la Universidad Complutense de Madrid Javier Ruiz y Ángela Torices, de la de Alberta (Canadá), tras los pasos de los dinosaurios y los humanos prehistóricos, idearon la ecuación con estimación muy precisa sobre la velocidad de una persona con solo mirar las huellas en la playa. Velocidad y longitud de zancada. Por la profundidad junto al Titanic vivariense, ¿podríamos saber el peso? Covas es una pasada.

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