Karmele Marchante presenta en Foz su libro 'Puta no se nace'

En su obra, la activista feminista reproduce testimonios recogidos en primera persona en países como Nigeria

Karmele Marchante. EP
photo_camera Karmele Marchante. EP

La periodista Karmele Marchante pisará el martes por vez primera A Mariña, uno de los pocos sitios que le queda por conocer de Galicia, de la que se declara "fan total. Me encanta y he venido mucho porque mis tías vivieron en Padrón y Vigo", asevera, poco antes de escribir su "escaleta gallega" que la llevará a Foz y Mondoñedo, donde presentará su libro Puta no se nace, una obra de duros testimonios y denuncia contra la explotación de mujeres y niñas que la retendrá en la comunidad hasta el día jueves, a tiempo para estar en Madrid para la manifestación feminista del 8 de marzo.

Un libro en el que recuerda que la prostitución solo existe "porque hay putómanos que compran los cuerpos de las mujeres, por la trata y por la pornografía". Un tema espinoso, "del que no se habla, porque no interesa abordar en la sociedad ni tampoco a los políticos y es un debate que solo abrimos las mujeres feministas, que yo lo soy de siempre", asevera la periodista catalana, al término de una entrevista en televisión dentro de la gira promocional del que es su tercer libro.

PRIMERA PERSONA. Una obra en la que recoge desgarradores testimonios de mujeres y niñas prostituidas y que cuenta en primera persona gracias al viaje que realizó por el norte de África, Grecia y Turquía con una ONG inglesa "porque las de este país me cerraron las puertas, porque solo les interesa el dinero de las subvenciones del Gobierno y a sus mujeres exprostitutas las tienen retenidas y solo las dejan salir en programas de mucha audiencia y cuando ellos quieren", confiesa bien claro sobre lo que piensa, como hizo siempre.

"Estoy en contra de la Real Academia de la Lengua a la que me gustaría quemar, con todos dentro"

Con la formación inglesa hizo la llamada 'ruta de la trata' por Nigeria, "donde captan a las niñas con apenas diez años" y donde, a pesar de ser agnóstica, tuvo la oportunidad de convivir con "tres religiosas fantásticas" en un convento en el norte del país en el que cuidan a las niñas que son repudiadas por sus familias, "cogen el dinero de las chicas, pero cuando vuelven las repudian. Yo misma fui testigo de cómo a una de las crías la echaron de su casa desnuda y estas monjas las recogieron", señala, al tiempo que habla de otro caso aún mas duro, "el de otra niña recogida por las religiosas a los 10 años (el año pasado cuando la entrevisté tenía 14) y que por tratar de escapar de la travesía subsahariana con destino a España e Italia los proxenetas le metieron una cuchara caliente por la vagina y el ano y ni orina ni defeca; es una muerte en vida", explica aún impactada.

Marchante está en una etapa de su vida en la que ansía olvidar el mundo televisivo que la hizo popular, sobre todo en programas del corazón. "Es un mundo en el que me encasillaron en los últimos tiempos, pero al que he dado un portazo para siempre; de hecho, me han llamado y no he querido volver. Sé que es difícil que la gente me vea fuera de eso, pero yo lo intento, soy una persona luchadora y creo que lo estoy consiguiendo", señala.

"A veces la gente me dice 'es que usted es famosa' y yo digo: lo que soy es periodista", sentencia recordando su amplio currículum. "Mi participación en el mundo televisivo es de lo que la gente se acuerda, pero he hecho de todo, empezando por 'Informe Semanal', pero también informativos de La1, A-3 y en prensa escrita, que es el medio que más me gusta, he sido reportera y columnista y ahora colaboro con periódicos catalanes".

Sobre su paso por programas del corazón: "Es un mundo en el que me encasillaron en los últimos tiempos, pero al que he dado un portazo para siempre"

Es además una de las integrantes de Mujeres Periodistas, con un paro el pasado año realizado "por 7.000, en un gremio complicado como el nuestro, pero lucho también por un lenguaje inclusivo, no sexista y estoy en contra de la Real Academia de la Lengua a la que me gustaría quemar, con todos dentro, al igual que a la Conferencia Episcopal que está llena de pederastas con falda".

RINCÓN FEMINISTA. Su libro se presentará a las ocho y media de la tarde en la sala Bahía y, junto a Marchante, estará la activista cultural Katova, encargada junto a Noa de montar el rincón feminista que lucirá en el establecimiento hasta mediados de marzo y que "no es solo un escaparate de libros sino también un modelo cultural", asevera Katova, sobre una obra en la que se reproduce a un grupo de mujeres que tiran de una red de pesca, verdadera, de la que cuelgan libros.

El montaje es también una metáfora "de lo organizadas que estamos las mujeres en la comarca, pues hay un importante trabajo de red entre nosotras, que nos juntamos para compartir saberes", al tiempo que abogan "por una cultura de cooperación y no de competencia. Pensamos que para que el mundo cambie deben cambiar ciertas actitudes no solo a nivel global sino de las personas de manera individual", explica una de las integrantes de este colectivo comarcal, quien considera que "existe un feminismo, que se puede llamar de última generación, que está ayudando en este necesario cambio".

"Nuestra lucha no es como algunos quieren hacer creer, sino que apostamos por la participación de mujeres y hombres en equidad"

Katova cree que el paro y las manifestaciones del pasado año pueden considerarse como un antes y un después en sus demandas, pues "se unió mucha gente que ya ha dejado de tener miedo" y destaca la importancia de que el movimiento social se mantenga independiente de la política, "para no ser fagocitados" y que las decisiones "no se tomen en una dirección vertical, que no queremos que la haya".

También apuestan porque los hombres se vayan incorporando: "Nuestra lucha no es como algunos quieren hacer creer, de vociferar y querer dar la vuelta a la tortilla sino que apostamos por la participación de mujeres y hombres en equidad, porque el feminismo es cosa de todos".

Otra de las reclamaciones tiene que ver con la situación de la cultura, a la que consideran totalmente maltratada, también en la comarca, "cuando es un mecanismo de transformación social y humana y apostamos por ello y por generar dinámicas culturales y liderazgos. Hay que dar voz a la gente que se está formado", dice.

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