Julia, una niña vivariense, el primer bebé del año en la comarca mariñana

La cría, que nació por la tarde, hará que su padre disfrute de doce semanas de permiso
Lorena y Carlos, con su pequeña Julia, con tan solo tres horas de vida. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera Lorena y Carlos, con su pequeña Julia, con tan solo tres horas de vida. JOSÉ Mª ÁLVEZ

El primer bebé del año en A Mariña es una niña de Viveiro, Julia Insua Rivas, que nació a las tres menos diez de la tarde de este jueves en el Hospital da Mariña, en Burela. La cría, que pesó 3,300 kilos y midió 50 centímetros, es el segundo hijo de la pareja formada por Lorena y Carlos, que ya tienen al pequeño Daniel, de tres años.

Un hermanito que aún no conoce a la benjamina de la casa. "Estamos deseando que la vea, a ver cómo reacciona, porque se la imagina más grande de lo que es", cuenta su madre, encantada con el regalo adelantado de Reyes que ha llegado con tremenda alegría a una casa "después de un año algo complicado", dice. 

El parto de Julia fue bastante bien, "ya el primero fue rápido", recuerda su progenitora, aunque su llegada al mundo se retrasó más de lo previsto en principio. "Contábamos con ella para el 22 de diciembre, el día de la lotería y nos tardaba que naciera sobre todo por  la madre, que estaba ya bastante cansada y dormía regular", cuenta su orgulloso padre que gracias a que su hija se rezagó unos días podrá disfrutar de un permiso de paternidad de doce semanas. "Algo que nos va a venir muy bien, porque es una ayuda extra para el cuidado de la madre, del bebé y de su hermano, que va a reclamar mucha atención y al que tenemos que hacer partícipe", asevera Carlos.

Con apenas unas horas de vida, Julia se muestra bastante tranquila y no se inmuta por los flashes de la cámara, que inmortaliza que es el primer mariñano del recién estrenado 2020. Una circunstancia que a sus padres les hace ilusión, porque saben que se convertirá "en una anécdota" para ella.

La pequeña es el único bebé que hay en la planta de partos del hospital burelés, donde el último alumbramiento fue el pasado domingo. "Si que notamos que está más tranquilo, pues cuando nació nuestro primer hijo había otros niños, pero ahora no", recuerdan Lorena y Carlos, encantados con el trato del personal del centro. "La atención ha sido increíble, pero ya con el primero fue muy bien", cuentan los orgullosos papis, que no se plantean aumentar la familia. "Con dos ya está bien", dicen sonriendo cómplices.

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