A juicio por lesionar a tres guardias tras no hacer la prueba de alcoholemia

El hombre sufrió una salida de vía en Foz y dio en el test un resultado de 0,93 miligramos por litro de aire

Conducir bebido, negarse a hacer la prueba de alcoholemia, forcejear y lesionar después a tres agentes de la Guardia Civil en el cuartel de Burela puede costarle a un conductor una pena de cuatro años de cárcel. El juicio oral del caso instruido en Viveiro será próximamente en Lugo. El hombre tiene antecedentes por conducir bebido y por maltrato en el ámbito familiar -cuatro años de prisión- y el 9 de enero del 2016 sufrió una salida de vía con su vehículo Opel cuando circulaba por el kilómetro 43 de la N-642 a la altura de Foz.

Los guardias apreciaron síntomas de hallarse bajo la influencia del alcohol y trataron de realizarle la prueba, respondiendo amenazante y con insultos, aunque lograron convencerlo y en la prueba dio 0,93 miligramos por litro de aire espirado, según el escrito de la Fiscalía. Después habría continuado en actitud agresiva, siendo reducido y detenido, causando lesiones a tres agentes en los forcejeos.