Un jubilado de Viveiro aislado en su vivienda se contagió durante un viaje organizado por el Imserso que efectuó la semana pasada al centro de España. El hombre, de unos 72 años, estuvo al menos en Madrid y Ávila. A su regreso se sintió mal, pero no acudió al centro social de Afundación por recomendación expresa de sus responsables, quienes pusieron en marcha medidas preventivas con antelación suficiente, aunque sí salió a la calle el jueves y el viernes de esa semana.
El hombre, que comparte vivienda con su mujer y el hijo, se encuentra aislado pero evoluciona bien. Sus primeros síntomas fueron de falta de respiración y dolor de garganta, aunque no tuvo fiebre. Desde entonces permanece aislado en una habitación y amigos, vecinos y parientes proveen a la familia de alimentos y de los productos básicos que precisan.
Por otro lado, el personal de la planta del Hospital da Mariña, ubicado en Burela, donde trabaja la auxiliar de enfermería que dio positivo, vive ahora la situación con incertidumbre y ya se ha ordenado la práctica de pruebas a los profesionales sanitarios que presenten síntomas compatibles con el coronavirus, aunque al resto no está previsto realizarle los test.
Esta sanitaria pudo contagiarse por la visita de su hijo, que está en Madrid, igual que ocurrió con otro afectado que reside en Viveiro, al que vino a ver su hija, residente también en la capital. Este último está ingresado en planta en el hospital al presentar otras patologías a la espera de que su evolución permite darle de alta y seguir el confinamiento domiciliario.
