Una joven ganadera se suma desde O Valadouro a la recuperación del caballo de raza autóctona

Cuenta apenas con 18 reses, pero espera poder ampliar la cabaña de un animal en peligro de extinción
Vanessa Otero, con varios ejemplares de los caballos de raza gallega que cría en Santo Tomé. EP
photo_camera Vanessa Otero, con varios ejemplares de los caballos de raza gallega que cría en Santo Tomé. EP

Vanessa Otero es natural de As Pontes, pero reside en el concello de O Valadouro desde hace cuatro años. Un cambio de vida que la ha llevado también a embarcarse en un nueva profesión lejos de la enseñanza y la animación deportiva, el ciclo superior en el que se formó como estudiante. Ha apostado por la crianza de los caballos de pura raza galega, que cuida en los montes de la parroquia de Santo Tomé. 

Lleva un año en este proyecto y el balance es muy positivo. "Non teño días libres, pero eu marco o meu horario e aínda que non podo pensar en vacacións creo que son afortunada porque teño unha vida con moito menos estrés que a que ten outra xente", asevera. Un trabajo que además le permite otra de sus máximas ambiciones, conciliar con su vida familiar, algo especialmente importante para ella, pues es madre de una niña de dos años. 

Por ello, cree que acertó de lleno con el paso dado: "Sempre me gustaron os animais, a natureza, e a equitación e teño práctica co mundo do cabalo". Unos animales con los que aspira a proteger y conservar la raza autóctona, en cuya recuperación está inmersa Puraga, la asociación de criadores de Pura Raza Galega, de la que Vanessa Otero es socia. "Eu teño agora 18 cabezas e son das que menos ten, pero estou tratando de facerme con máis", cuenta sobre una raza en la que apenas existen cerca de 1.500 ejemplares en toda Galicia, "e onde máis hai é na provincia de Lugo, que conta con importantes criadores", reconoce Otero. 

Su consumo, aún con reticencias en el mercado local, ayudaría a recuperar la especie

EXTINCIÓN. La ganadera, de 33 años, apuesta con ello por recuperar una raza tradicional que se fue perdiendo. "Existe dende hai moitos anos e xa aquí en San Tomé faise unha das rapa das bestas que hai na comunidade, pero foi unha raza que se foi perdendo ao mesturarse con outras, polo que estivo a piques de desaparecer", cuenta Otero sobre una especie que se recupera del cartel de en peligro de extinción y cuya desaparición hubiera significado la pérdida de una animal que habitó los montes gallegos desde tiempos inmemoriales. 

Por extraño que pueda parecer la pervivencia de estos animales va ligada a su consumo como producto cárnico —a lo que se destinan sobre todo los machos—, algo en lo que todavía hay mucho por hacer, pues a pesar de las campañas para promover el consumo de su carne el mercado local es aún muy reticente por cuestiones culturales. "Aquí aínda hai un grande estigma por comer carne de cabalo, cando é algo exquisito que ten pouca graxa e moita proteína, polo que unha parte da produción vai para fóra, sobre todo a países como Italia o Suíza, nos que é moi apreciada", explica la ganadera sobre unas exportaciones que se han visto también frenadas pola pandemia. 

"Antes do covid ata tiñamos barallado poder facer unhas xornadas para dar a coñecer a carne de poldro, que se consume inclusive en hamburguesas, pero agora haberá que esperar", apunta. 

Un tiempo de parón en el que la ganadera apuesta por la recría con el fin de conseguir aumentar la cabaña de estos animales de raza autóctona, que pastan tranquilos en el monte, donde viven en semilibertad, lo que asegura una crianza sostenible y una alimentación ecológica.

La ganadera acaria a uno de los mastines que cuida a los caballos. EP


Embriones para la pervivencia de una raza propia 
Los criadores de caballos de pura raza galega están unidos en una asociación que trabaja para la conservación de estos animales y su sistema de cría tradicional a través de varias líneas de trabajo, entre ellas la preparación de animales destinados a la equitación, especialmente infantil; la selección y cría de ejemplares marchadores y la creación y mantenimiento de un banco de germoplasma y embriones, según se recoge en su página web, http://puraga.es/

100 criadores 
Son los que forman parte de esta entidad, con cerca de 1.500 cabezas, la mayoría en montes lucenses. 

Alimentación 
En Puraga apuestan por el consumo de la carne y sus derivados y en su web, además de compartir recetas, se pueden encontrar los puestos de venta físicos y online donde adquirir el producto con calidad certificada.


"No rural hai que innovar e sacar o desprezo que ás veces hai por vivir do campo" 

Para Vanessa Otero, la cría de caballos autóctonos ha supuesto una forma de reinventarse y tiene claro que "no campo hai que innovar", pues es una manera de "recuperar poboación no rural e tamén recoñecemento, porque moitas veces se ten mirado con certo desprezo a xente que se adica a isto", cuenta. 

"Para min é un animal que merece moito a pena e é un gran descoñecido, pero moi noso e que non debemos deixar perder", dice, a lo que agrega la importancia de consumir "a súa carne ecolóxica e moi saudable, de animais criados de forma sostible". 

Un ganado del que destaca sus cualidades para vivir en el monte y que ayuda además a mantenerlos limpios "e así previr lumes", pero la raza autóctona gallega es ideal también para la doma y la equitación, "especialmente para traballar con nenos, porque de alzada teñen entre 1,20 ou 1,40 metros, que é un pouco a medida estándar dun poni e é ademais un cabalo moi dócil que se deixa domar ben", cuenta la ganadera, quien recuerda que "son animais de cascos duros, fortes, con abundantes crinas e que adoitan ser negros ou marróns". 

Vanessa acude cada día al monte a cuidar de sus animales y a reforzar la alimentación sobre todo de las crías que nacen en este tiempo. Unos animales que viven en semilibertad y que ha logrado apartar de las fauces de los depredadores gracias a la presencia de varios mastines que conviven con las reses. "A verdade é que se adaptaron moi ben a estar cos cabalos e apenas tiven baixas", manifiesta. "Non estou en contra do lobo, pero hai que coidar o gando", asevera Vanessa Otero.

Comentarios