El enjambre de carreteras y caminos que envuelve el paso de la Autovía del Cantábrico por Ribadeo en la zona de Vilaselán quedó mal resuelto cuando se ejecutó debido a la instalación de unas tuberías con menor calibre del inicialmente proyectado. Esto provoca que en ocasiones de lluvias muy intensas, como sucedió el viernes pasado, se produzcan inundaciones en el entorno e incluso lleguen hasta el casco urbano, ya que dichas tuberías no tienen capacidad suficiente para desaguar todo lo que reciben.
El alcalde de Ribadeo recuerda que en su momento este problema se detectó y se puso en conocimiento del Ministerio de Fomento. Desde entonces, se fue reclamando en diversas ocasiones la sustitución de las tuberías por otras de mucho mayor tamaño "sen que se nos fixese ningún caso, e por iso pasan estas cousas como a do venres".
Dice que el agua sube con tanta fuerza hacia Ribadeo que revienta las tapas de las alcantarillas. El responsable local de Protección Civil, Víctor Cao, explicaba que el viernes estas llegaron a estar a un metro del suelo sostenidas por el agua que salía a presión del interior del alcantarillado.
Suárez Barcia explicó que se dirigirá de nuevo al Ministerio de Fomento "para ver se con este novo equipo que formou o PSOE se nos escoita e se fai ese cambio, porque para Ribadeo é importante".
El viernes pasado varios vehículos quedaron atrapados en toda esa zona, en la que bajo la A-8 pasan carreteras secundarias y caminos en los que se forman bolsas de agua que, en ocasiones, los coches no pueden superar y quedan atascados.
