Los 27 alumnos de 1º de Eso B del IES Perdouro de Burela están de enhorabuena porque son uno de los tres ganadores del programa de educación financiera Segura-Mente promovido por la fundación Abanca. Lo hicieron en la categoría B, para alumnado de 1º y 2º de Eso. "Recibir o premio foi unha sorpresa e os rapaces están moi contentos porque é unha forma de recoñecer o traballo que fixeron", explicó su profesora, Carmen Castro.
Aunque realmente a este premio final habría que sumar el mensual que ya consiguieron en marzo por su evolución dentro del juego online vinculado al Camino de Santiago que plantea al programa y que implica toda la planificación del viaje con el objetivo de que los estudiantes aprendan conceptos sobre finanzas, al mismo tiempo que refuerzan conocimientos de historia, arte o literatura y todo ello vinculado a los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030. En esa ocasión se llevaron 200 euros que decidieron invertir en una semana entera de meriendas saludables en la cafetería del centro.
Pero, ¿cómo consiguieron el gran premio final? Pues desarrollando un trabajo vinculado al medio ambiente y también que se pudiera aplicar al Camino de Santiago para seguir la filosofía del juego. Para ello, estos alumnos eligieron un proyecto para concienciar sobre el desperdicio de alimentos y lo que esto supone para la sostenibilidad del planeta.
Así, planificaron un proyecto en tres actuaciones. Por un lado el diseño de carteles contra el desperdicio de alimentos para colocar en tiendas de alimentación, supermercados y centros educativos. Por otro elaboraron un libro de recetas con preparaciones sencillas, en las que los principales ingredientes son alimentos que sobran de otras comidas o están a punto de pasarse; estas recetas podrán consultarse en la página web del centro, donde también podrán visualizarse vídeos cortos en los que explican como preparar los platos. Y, por último, dar a conocer a través de charlas divulgativas en los centros educativos el problema ambiental que supone el desperdicio de alimentos.
"Traballar nestre proxecto serviulles par tomar conciencia de algo que vemos todos os días, como é tirar alimentos que se poden reutilizar dalgún xeito, e darse conta de toda a enerxía que hai detrás da producción destes alimentos", asegura Carmen Castro, que subraya que en clase vieron todo el proceso que hay hasta que un yogurt llega a la nevera, "para que se deran conta de toda a enerxía que se desperdicia se o acabamos tirando". "Nós fixámonos na alimentación pero é un proceso que se pode extrapolar a outros sectores", añade la docente.
Castro asegura que los alumnos disfrutaron mucho con este trabajo: "Foi unha experiencia moi boa na que desfrutaron moito porque o fomos facendo tranquilamente, sen présa e gústoulles deseñar os carteis e tamén falar coas súas familias para recuperar esas recetas de aproveitamento que hai en todas as casas".
Ahora les queda por delante una difícil decisión: saber en que invertirán los 1.000 euros del premio final. "Temos pensado facer unha saída a algún sitio divertido, pero aínda non temos claro a donde ir", reconoce la profesora.
