Huertos del 'cebolín' lucen sin patatas en una costa con varias plagas activas

Sigue la cuarentena por la polilla mientras la indicación geográfica se amplía a toda Galicia
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photo_camera Un huerto en la zona de Torrentes, junto a la nueva ubicación del mercado semanal de Burela. D.V.

La pandemia del Covid-19 no es el único invasor que está afectando a nuestro ecosistema y modo de vida. Las plagas y enfermedades vegetales ya la han modificado previamente y algunas como la polilla guatemalteca continúan bloqueando cultivos tradicionales, como es el caso de la patata en A Mariña, una comarca donde las avispas asiáticas, los jabalíes o el goníptero debilitan economías domésticas. Aún así, en esta primavera de confinamiento, los huertos caseros lucen más que nunca al recibir mimos para los que antes no había tiempo suficiente. En las aldeas y aún en zonas urbanas como Burela ha sido más fácil. Los horticultores han plantado mucho "cebolín", pimientos variados y esperan lo mejor del clima para unas tomateras que prometen. Sin embargo, las patatas siguen en cuarentena.

Patatal a la espera de la Tecia

Si bien A Mariña fue junto a Bergantiños, Terra Cha, Lemos y A Limia, de las primeras comarcas en ver reconocida la calidad de sus cultivos de patata, incluyéndolos en la IXP Pataca de Galicia, ahora mismo sigue vetado su cultivo en la Costa lucense y sin más remedio tras dos años de cuarentena por la Tecia solanívora que seguir en cuarentena. La prohibición de plantar ha sido la única solución que aportan las autoridades mientras en el Diario Oficial de la Unión Europea se publicó esta semana la modificación de las condiciones de la indicación geográfica que busca, en opinión de la Xunta, «darle un impulso al sector y reforzar la comercialización de este producto tan singular del campo gallego». A partir ahora, el área de producción y envasado de este producto reconocido abarcará todo el territorio gallego y no solo la variedad Kennecbec, también la Agria y Fina de Carballo. De los 4,7 millones de euros y 4.750 toneladas facturados en 2019 por productores y mayoristas de la IXP Pataca de Galicia en 300 hectáreas, en A Mariña tocan 0, mientras los camiones traen hacia sus mercados grandes cantidades.

Velutina: siguen las trampas

Al igual que nos dicen del Covid-19, que ha venido para quedarse, con las avispas velutinas llegadas de China, presuntamente embarcadas hasta A Mariña, es otro tanto: debemos aprender a convivir con ellas. En esta primavera ya ha habido un ingreso por picadura de una reina a una vecina de Foz y la evolución de la plaga es una incógnita ante la que se prodiga el reparto de trampas y otros ingenios, y la recomendación de un prudente distanciamiento social de sus nidos. Si para el coronavirus rigen dos metros, para las velutinas el Sergas recomienda cinco, porque se ponen nerviosas y pueden picar. Ante casos de ataques múltiples y reacciones alérgicas severas «resulta de utilidad -dice el Sergas- tener descargada la App Urgencias Sanitarias de Galicia-061 en el dispositivo móvil y llamando desde el mismo permitirá la geolocalización de la llamada para una asistencia más ágil. En algunos concellos lo mismo los alcaldes reparten mascarillas frente al coronavirus que material de la Xunta a los cuidadores de huertos y colmenas han recibido líquido atrayente, trampas, pértigas y trajes protectores para combatir las velutinas. La lucha contra el invasor pasó a depender de la Vicepresidencia de la Xunta y una sección con decenas de contratados en Seaga para retirar nidos.El plan no convence a los apicultores y la extensión de otra plaga, la del avispón gigante asiático, Vespa mandarinia, cinco veces mayor que una abeja europea, solo añade más preocupación, aunque de momento solo se ha detectado en Estados Unidos. Tiene un potente veneno y sería otro gran impacto en la fauna local de llegar colonias como las de su pariente velutina.

Goníptero: pérdidas millonarias

A las trampas en suelos agrícolas para detectar polilla guatemalteca se unen en los forestales las que contienen las ootecas que parasitan a otro insecto, responsable de pérdidas millonarias en los cultivos de eucalipto: Gonipterus scutellatus. Este gorgojo lleva entre nosotros varias décadas y se come hojas de eucalipto que merman la producción maderera en un millón de toneladas/año, según estimaciones de la principal industria de este árbol, Ence. La lucha con la avispilla Anaphens nitens que parasita sus huevos y reduce sus poblaciones continúa pero los daños han sido tales en el eucalipto glóbulus que la replantación en A Mariña con la variedad nitens, menos apetecible, es masiva.

El jabalí: plaga no reconocida

En pastizales y plantaciones de maíz forrajero de A Mariña Oriental el jabalí se ceba. Los horticultores, hartos de caracoles y babosas, también deben soportarlo. O en áreas recreativas como la de San Roque, en Viveiro, roturada estos días por las piaras.

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