Los hosteleros de A Mariña han calificado el primer fin de semana con las nuevas restricciones, como consecuencia del ascenso de cinco municipios –Viveiro, Burela, Cervo, Foz y Ribadeo– al nivel alto, como "nefasto" para sus negocios, porque, aunque pueden servir en el interior de los establecimientos, los clientes "son reacios" a presentar el certificado de vacunación.
El presidente de la asociación que agrupa a los hosteleros de Viveiro, Domingo González, reconoció que este primer fin de semana con nuevas restricciones ha sido "muy complicado" y con "poca afluencia de público en los locales", porque "hay gente reacia a mostrar el certificado, otra que está sin vacunar y otra que no pasó por el Covid, pero no lo puede acreditar".
"Hemos sufrido una pérdida importante de clientela", dijo Domingo González, por lo que el sector se siente una vez más "atropellado y señalado por la Administración", porque "vuelve a estar privado de su derecho a trabajar", con restricciones de "aforo, de horario" y ahora incluso "hasta se le dice quién puede estar y quién no en un establecimiento público".
De hecho, afirmó que si no se cierran los locales es para "no eximir" a sus propietarios "del pago de impuestos", porque la hostelería se está convirtiendo "en recaudadores de impuestos para la Administración", más que en un negocio.
Por su parte, la asociación de empresarios de Ribadeo (Acisa) ha calificado como "nefastas" las "restricciones" aplicadas para doblegar la curva de la pandemia en A Mariña.
Su presidente, Francisco Iriarte, dijo que la "situación es desoladora" en este sector, con pérdidas este primer fin de semana que oscilan entre "el 50 y el 85%" de la facturación, y eso a pesar de que coincidió "con el fin de semana del Apostól".
"Los hoteles nos están avisando de las cancelaciones que están registrando, por eso desde Acisa seguimos denunciando que estamos ante un cierre encubierto de la hostelería, para así no tener que dar ayudas", concluyó.
