El Hospital da Costa formará a residentes de Nefrología en investigación

El centro mariñano es uno de los referentes en la sanidad española en la investigación y en nutrición dentro de la enfermedad renal

Equipo de investigación. JOSE Mª ÁLVAREZ
photo_camera Equipo de investigación. JOSE Mª ÁLVAREZ

 El Hospital da Costa ha recibido a finales del pasado mes de mayo la acreditación como unidad de investigación de la Sociedad Española de Nefrología para formar a médicos residentes de Nefrología en el campo de la investigación. "Somos una de las dos unidades que hay en Galicia y de las veinte de España", explica en este sentido el doctor Secundino Cigarrán, "la otra está en el Hospital Clínico Universitario de Santiago, en el Chus". "El contar con esta acreditación es un paso muy importante para nuestra unidad", añade Cigarrán, "porque la clave de todo esto es que en materia de salud no se trata solo de diagnosticar y de tratar sino que hay que hacer prevención y también investigación".

En este sentido, el nefrólogo insiste en que es necesario aumentar el conocimiento "no solo a través de lo que podemos recibir de fuera como artículos en revistas especializadas o la asistencia a congresos sino también a través de la producción propia". Y el equipo de investigación de la unidad de Nefrología del Hospital da Costa ya acumula más de quince publicaciones "de alto impacto". "Nuestro grupo es líder de opinión en nuestro país en materia de nutrición en la enfermedad renal y también en investigación", subraya Cigarrán.

Equipo. La unidad de investigación está compuesta por el doctor Cigarrán, el nutricionista Juan Latorre, la enfermera Ana Sanjurjo, la médico de familia Belén Rodríguez Delgado, la técnico de laboratorio María Jesús Cortón y el coordinador de ensayos Nicolás Menéndez. Aunque a este equipo hay que sumar la colaboración de otros tres departamentos del hospital claves también para desarrollar la labor de investigación: la cocina, cuyo responsable es Pedro López, la farmacia y su responsable, María Concepción Castro Rubiño y el departamento de microbiología, cuya responsable es Marta Serrano.

Será la segunda unidad de Galicia, después de la que existe en Santiago. En España hay una veintena de centros con esta formación 

Esta unidad de investigación inició su trabajo en 2010 y desde su puesta en marcha han pasado por ella más de catorce ensayos clínicos centrados en la diabetes, el riesgo cardiovascular, la vasculitis o la alimentación, siempre vinculados a la enfermedad renal. "En alimentación es donde hemos conseguido un Fondo de Investigación Sanitaria (FIS) del instituto Carlos III junto a otros seis hospitales de toda España y además tenemos el ensayo propio en el que estudiamos los probióticos y la influencia de los simbióticos en la enfermedad renal", precisa Cigarrán.

Trabajo.Precisamente como consecuencia de sus investigaciones vinculadas a la alimentación, el departamento ha desarrollado la consulta de consejo dietético, que es los viernes. Además también establecieron un convenio con la Universidade de Santiago (USC), concretamente con el departamento de Dietética Humana, por el que cuentan con alumnos del grado de Nutrición. "Una de las inquietudes de nuestro equipo es saber de qué manera nuestros pacientes pueden aproximarse a una dieta absolutamente normal, sin restricciones", puntualiza Cigarrán, que añade que su lema es "Prohibido prohibir".

"Puedes restringir, pero no prohibir. La cultura dietética es una cultura que viene de nuestros padres, de nuestro hábitat y de nuestro entorno social, tú comes en función de lo que has aprendido", precisa el nefrólogo, que subraya que la alimentación es fundamental: "Tenemos obesos porque no nos alimentamos bien y pacientes con enfermedades del corazón o del hígado u otras por este mismo motivo".

El objetivo de las unidades es que los pacientes renales puedan aproximarse todo lo posible a una dieta sin restricciones

 

A este respecto también señala que la mala alimentación se produce incluso en los propios hospitales y señala que un estudio de hace dos años de la Sociedad de Medicina Intensiva señala que el hecho de que no se lleven a cabo medidas proactivas en lo que a la alimentación de los pacientes se refiere supone un coste de 320 millones de euros al año a los hospitales.

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