"Hice todas las gestiones posibles y solo queda que actúe el juzgado"

El dueño de la casa okupada de Fazouro ve "desesperantes" los trámites que marca la ley
La casa ocupada, en el barrio de Santo André, de Fazouro. ÁLVEZ
photo_camera La casa ocupada, en el barrio de Santo André, de Fazouro. ÁLVEZ

Sin avances sigue el caso de la vivienda okupada en la parroquia focense de Fazouro, a la que varios jóvenes accedieron hace ya unos días sin autorización y de la que no parece que tengan intención de salir si no es obligados. "Yo ya hice todas las gestiones posibles y no se puede hacer más hasta que intervenga el juzgado", asevera Ángel Fernández, marido y cuñado de las propietarias del inmueble, quien explica que el siguiente paso debería ser la convocatoria de un juicio penal, sobre lo que aún no tienen noticia alguna.

Unos trámites que considera "lentos" y no oculta que hasta "desesperantes" para la parte que está del lado de la ley, porque ellos pueden acreditar la propiedad de un inmueble en el que han entrado por la fuerza un grupo de personas. "Como la vivienda lleva más de veinte años vacía no es lo mismo que si entraran en una habitada", cuenta el afectado, que, a la fuerza, va entendiendo del entramado que rodea a las okupaciones, en este caso además sin hacer uso de la violencia, lo que juega a favor de unos "inquilinos" no deseados "que se las saben todas", lamenta.

CON LUZ. Habla de que se trataría de al menos tres o cuatro jóvenes, de entre la veintena y la treintena de años, sobre quienes entraron en la casa hace unos diez días, pues apenas pasaron dos o tres desde que se dieron cuenta y presentaron la denuncia ante la Guardia Civil, un trámite del que ayer se cumplió una semana.

"No vivía nadie, pero íbamos de vez en cuando a dar una vuelta y a limpiar por ahí", cuenta sobre la vivienda, ubicada en el barrio de Santo André, que sigue contando con suministro de luz porque nunca la dieron de baja. "Visto ahora, igual hubiera sido mejor que no tuviera, porque igual les hubiera echado para atrás a la hora de meterse", pero también sabe que la ubicación de la misma, en un alto y algo alejada de la carretera principal que conduce a San Acisclo, ha jugado en su contra.

"Son unos jetas, porque es gente que no trabaja, no hace nada y de los que sus padres no quieren saber nada", asevera el afectado, quien para nada pensó en llegar a ser partícipe de esta pesadilla, que trata de vivir con la mayor tranquilidad posible, convencido de es mejor tomarse las cosas con calma, pues "estamos en el país que estamos y las cosas son como son y hay que esperar a ver qué sucede", asegura, confiando en una resolución favorable, porque "no es agradable encontrarte con una situación así", en una zona además que se consideraba muy tranquila.

De hecho, la presencia de los okupas pasó casi desapercibida para los vecinos de la zona y fue una sorpresa para toda la parroquia, donde la preocupación por que hechos así se repitan es una constante, después además del caso de varias familias que acamparon durante una temporada junto al polígono industrial.

CASAS VACÍAS. La incertidumbre y la preocupación demostrada por muchos vecinos ha llevado al presidente de la entidad vecinal de Fazouro, Raúl Río, a dedicar la próxima asamblea a abordar este asunto. "O que imos facer é chamar a toda a xente que ten casas baleiras para advertirlles do que pasou para que saiban o que está a pasar e tomen as medidas que consideren adecuadas", asegura Río, consciente de que "hai xente que ten aquí vivenda, pero reside fóra e igual non están ao tanto do que aconteceu", reitera.

Son cerca de una veintena las casas en esta situación en la parroquia y la asamblea será el 2 de octubre en las antiguas escuelas de Fazouro.

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