La XV Feira de Artesanía e Antigüidades que se prolonga hasta el martes en A Pontenova tuvo un arranque "bastante animado" en palabras de su coordinador, Francisco Martínez, que destaca que los visitantes pueden encontrar "moita variedade" de artículos de todo tipo entre los que hay "bastante moble e moita peza de Sargadelos. Creo que hai un nivel de antigüidades bastante bo", afirma el también edil.
Llama la atención especialmente sobre los muebles, pues "é moi custoso movelos", pero muchos puestos los tienen y de lo más variado, desde escritorios a tresillos, alacenas, vitrinas, arcones o cómodas, "hai un pouco de todo", reseña Martínez.
Treinta anticuarios, hasta de Francia y Portugal, y otros tantos artesanos se dan cita en la feria pontenovesa y estos últimos contribuyen a dinamizar la feria con demostraciones de sus oficios, como forja de hierro, cestería de mimbre, lámparas de calabaza, hilado de fibras naturales, torno de madera y elaboración de joyas y objetos de cuero, unas exhibiciones que realizan en cada una de las jornadas de la feria. "Incluso houbo algún artesán máis dos previstos facendo obradoiros no seu posto, xa que aproveitan para traballar mentres esperan para atender á xente", comenta el organizador.
Las cientos de personas que atrae esta cita pueden disfrutar además de actividades paralelas, como degustar el pulpo en el puesto instalado entre la carpa de la feria y la casa de la cultura, o visitar en este último lugar la exposición de trajes tradicionales de mujer, de entre finales del siglo XIX y principios del XX, que moviliza Traxandaina.
Además ayer hubo una concentración de vespas y motos y mañana será de coches clásicos, de once a dos y de cuatro a nueve. Habrá premios para el más antiguo, el mejor conservado, el que venga de más lejos y también que realizan en cada una de las jornadas de la feria.