Un hacker de Líbano quiso extorsionar a Peque robándole sus cuentas de Instagram y Facebook

Al no pagar, empezó a enviar fotos porno a sus 4.000 seguidores, por lo que la futbolista denunció ante la Guardia Civil
Patricia González Mota, 'Peque'. AMA
photo_camera Patricia González Mota, 'Peque'. AMA

La futbolista del Pescados Rubén Burela Patricia González Mota, Peque, sufrió un intento de extorsión cuando sus cuentas de Facebook e Instagram fueron hackeadas por un pirata informático de Líbano. La de Facebook la pudo recuperar con celeridad, pero no sucedió lo mismo con la de Instagram, a pesar de pertenecer a la misma compañía. Después de ponerse en contacto con Peque vía mail y de su negativa a pagar, el hacker comenzó a enviar fotos pornográficas a sus contactos, lo que le obligó a pedir el bloqueo de su cuenta y a perderla definitivamente.

Todo empezó un día mientras Peque se ejercitaba con su equipo. "Me empezaron a llegar a avisos al correo de que estaban intentando entrar en mis cuentas, pero estaba entrenando y cuando terminé, a eso de las ocho de la tarde, ya era demasiado tarde. Ya habían entrado", rememora la futbolista.

Su primer paso fue intentar recuperar las cuentas a través de las propias redes sociales, pero solo consiguió lograrlo en un caso. "Con Facebook fue una maravilla porque tiene un sistema de recuperación mucho más fácil que Instagram, en el que envías una foto tuya y del DNI y pueden verificar todo. En 10 minutos tenía la cuenta de nuevo bajo mi poder".

Con la otra red ocurrió todo lo contrario. "Intenté ponerme en contacto con Instagram de todas las maneras, pero no fue posible. Todavía hoy no me han contestado", lamenta Peque.

Durante este proceso, los piratas informáticos no se detuvieron y dos horas después de que accedieran a sus cuentas, tenía noticias de ellos. "Alrededor de las diez de la noche recibí un correo de una persona que había creado un mail específico para esto con una dirección similar a la de mi cuenta de Instagram, añadiéndole solo una o. En inglés, me explicaban que me habían hackeado la cuenta y que podían hacer con ella lo que quisiesen. Les dije que era una persona normal y que no iban a conseguir nada de mí. Nos enviamos un par de correos y en el último me preguntaron cuánto estaba dispuesta a pagar por recuperar mi cuenta. No me pidieron una cifra concreta ni les di pie a ello, pero ahí ya supe que no la iba a recuperar nunca", explica.

A la mañana siguiente, el hacker volvió a actuar. "Cuando vieron que no iban a sacar nada, empezaron a enviar fotos porno a mis contactos. Aunque dicen que es mejor no bloquear la cuenta para poder recuperarla, ahí le pedí a mi entorno que la denunciasen y la bloquearon rápidamente. A mí me siguen muchas niñas y me preocupaba que les empezase a llegar material inapropiado para su edad", recalca.

DESAMPARO. Su siguiente paso fue ir al cuartel de la Guardia Civil a denunciar los hechos. "Fueron muy claros y me dijeron que no se podía hacer prácticamente nada. Internet va demasiado rápido y las leyes que lo regulan demasiado lentas", expone.

Peque critica la nula ayuda recibida de Instagram. "He intentado contactar con ellos de mil maneras y no ha sido posible. Y al parecer una vez que está bloqueada la cuenta, si no es una de las verificadas, ya no hay manera de recuperarla", lamenta.

PROYECCIÓN SOCIAL. El mayor perjuicio para una futbolista que ha sido nombrada este año la segunda mejor del mundo, es la pérdida de proyección de su imagen. "Llevaba siete u ocho años con la cuenta y tenía más de 4.000 seguidores, pero ahora he tenido que volver a empezar de cero con una nueva (@pgmota7futsal). Me comentaron que hay gente que paga porque ha mandado fotos comprometidas a sus contactos o porque pueden encontrar infidelidades en las conversaciones. Como ellos no encontraron nada, lo único que hicieron fue fastidiarme", relata.

Dos semanas después de la creación del nuevo perfil, solo cuenta con la décima parte de los seguidores —494— que tenía en la secuestrada.

Pese al mal rato que le hicieron pasar, Peque decidió que la presentación de su nueva cuenta sería muy animada y lo hizo acompañada de Natalia Fernández protagonizando un sketch de Paquita Salas sobre precisamente un hacker turco. "Yo lo que tenía claro es que no me iban a amargar. Después del momento de preocupación, una vez que resolví el tema con la denuncia en la Guardia Civil, pensamos que lo mejor era echarnos unas risas. No sé si el vídeo es gracioso o no, pero cuando terminamos a mí me dolían las abdominales de reír", recuerda.

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