La Guardia Civil del Mar efectuó desde Viveiro más de un centenar de denuncias en 2018

Agentes del servicio inspeccionan una lancha de recreo en la ría vivariense. JOSÉ Mª ÁLVEZ

La unidad hizo 260 revisiones de embarcaciones de recreo y pesqueras, otros 400 reconocimientos diversos, 15 auxilios y una incautación

 


 

 

El Servicio Marítimo Provincial de la Guardia Civil, con base en Viveiro pero cuya área de actuación —de 111 millas— se extiende entre Ribadeo y punta Candieira —cerca de Cedeira—, efectuó 104 denuncias durante el pasado 2018, una de un pesquero con dos toneladas de caballa sin declarar—. Se trata de una parte mínima dentro de su completa actividad, pues no solo lleva a cabo controles en la costa con la patrullera Río Pas —que acreditan las 5.300 millas de navegación realizadas en el último ejercicio—, sino también que ejerce esta labor en tierra —52.350 kilómetros—. 

El sargento y jefe accidental del servicio señala que 2018 fue un «año tranquilo». Pese a ello la plantilla de esta unidad creada en 2013 y compuesta por 18 personas —un oficial al mando de patrones, mecánicos marineros y personal de oficina— realizó 260 inspecciones, otros 400 reconocimientos diversos de verificación, además de 15 auxilios y una incautación, que se correspondió con un exceso de cupo en la captura de pulpos que acabaron en un centro benéfico, como ocurre con todo el pescado y marisco que intervienen.

La Guardia Civil del Mar vigila tanto a los barcos de pesca como a las embarcaciones  deportivas, aunque los controles a estas son más frecuentes durante el verano, debido al importante número de veleros que hace escala en la dársena recreativa vivariense, bien porque acuden a pasar las vacaciones en el municipio o porque están en tránsito hacia otros muelles. A esto hay que sumar la importante afición a la pesca deportiva, que muchos vecinos de diferentes edades practican todo el año. 

El jefe en funciones del servicio explica que «miramos que respeten la normativa de  certificados de todo tipo y que sus tripulantes también tengan la documentación en regla, así como el cumplimiento de las medidas de seguridad, es decir, que lleven chalecos y balsas salvavidas o que las bengalas estén en vigor». Asegura que «en general la seguridad ha mejorado mucho», igual que ocurre con el tráfico rodado, compara.

DEFICIENCIAS. En el ámbito recreativo, las principales deficiencias consisten en tener los documentos caducados —piensan que a algunos se les pasa la renovación al pasar buena parte del año fuera del municipio— o no contar con seguro de responsabilidad civil.

En cuanto a los profesionales, señala que «algún pescador fuerza un poco los horarios, porque al ocaso tiene que estar de vuelta y apura al máximo el tiempo». Con todo, indica que «en las medidas de seguridad se han concienciado bastante todos».