El 'cámara' del viral de los jabalíes: "Graveino para que me crera o meu xefe"

El vídeo de Carlos Moreno Gonçalves de los animales entrando en la tienda 24 horas en la que trabaja pronto se convirtió en el tema favorito de las conversaciones de este miércoles en Burela, algo que el joven se tomó con sentido del humor
Tino de Panta y Carlos Moreno, en el 24 horas de Burela. EP
photo_camera Tino de Panta y Carlos Moreno, en el 24 horas de Burela. EP

Su móvil no paró este miércoles. Entre llamadas y mensajes y con ese carácter afable que le caracteriza, Carlos Moreno Gonçalves relata lo que le sucedió en la noche del pasado martes cuando sorprendió, o más bien le sorprendieron a él, a dos jabalíes paseando con toda tranquilidad por el supermercado en el que trabaja, el Please Passs 24 horas de Burela. Superados los primeros segundos de impacto, Carlos les hizo una foto, pero después pensó que su jefe no le creería, así que "fixen un vídeo para mandarlle, porque estaba claro que se non o vía non o tería crido", relata.

Unas imágenes que se hicieron virales, por la aparente pachorra que desprendían los animales, paseando entre el pasillo de la bebida como si lo hicieran todos los días. "Foron xa directos a onde están as botellas porque en Burela están pechados os bares e querían ir de botellón", dice Carlos divertido, reproduciendo una de las muchas bromas que vivieron todo el día, tanto él como su jefe, Florentino Arauzo, Tino de Panta, con el que posa en la imagen. "É o meu xefe, pero somos amigos", reitera con una sonrisa y el asentimiento de Tino, al que cuesta convencer para que salga en la foto. "O que armou todo foi Carlos", dice.

Moreno Gonçalves recuerda la secuencia de unos hechos de un guion que parece complicado de creer: "Pasaban das nove da noite e como non había clientes aproveitei e funme á parte de atrás a repoñer mercancía. Entón, soou o timbre da porta que anuncia se entra alguén, pero mirei pola pantalla e non vin nada, pero cando timbrou de segundas xa fun ver que pasaba, pero nin no primeiro pasillo nin no segundo había ningúen. Foi ao chegar ao terceiro cando os vin e, carallo, quedei pasmado total, porque non sabía que facer, pero eles nin se inmutaron e recordo que pensei, e se me atacan que fago agora, pero nada máis fixen que gravalos porque daquela xa saíron para fóra" 

"O timbre da porta soou dúas veces, pero non vía a ninguén pola cámara ata que cheguei ao terceiro pasillo e atopei aos animais"

La grabación continuó fuera de la tienda, ubicada en el barrio de O Campón, y con la ayuda de los chicos de la pizzería de al lado "tratamos de encamiñalos cara o monte, alonxalos do centro para que non puideran provocar un accidente", relata. Una ayuda a la que se sumó un coche que bajaba hacia el centro, que tuvo los reflejos de subirse a la acera y enfocarlos con las luces, y un bus que circulaba en sentido contrario.

"Con iso, logramos que subiran pola rúa cara o hospital e esperamos que foran ao monte", relata Carlos desde la tienda, en la que este miércoles no se hablaba de otra cosa. "Xa lles puxeches nome?", le preguntaba un cliente, a lo que Carlos respondía con la sorna que le dan sus ya 15 años en Burela, adonde llegó con 22 desde su Cabo Verde natal: "Non me deu tempo que non pararon moito, pero si teño medio adoptado un gato que vén todos os días e ao que lle puxen Nico", cuenta.

Carlos es de esas personas que congenian con todo el mundo. "Aínda non naceu co que me leve mal", relata, aunque reconoce que los jóvenes y los mayores son sus personas favoritas. "Os máis novos, porque se fan algo mal é por ignorancia e os maiores porque necesitan que se lle atenda cun sorriso", y es justo esa simpatía la que lleva a mucha gente a apostar por su tienda.

"Na rúa, coa axuda doutra xente, tratamos de encamiñamos cara o monte para evitar que provocaran un accidente"

"Somos o almacén de Burela, porque estamos abertos todos os días e a horas que permiten á xente vir comprar, teña o horario que teña. Cando eu cheguei a Burela, non había esta alternativa e tiñas que ter comprado o sábado, pero agora sábeno e veñen ao 24 horas", relata.

Una tienda, en la que además de supermercado tiene opción de conexión a internet con ordenadores y envío de dinero, y en la que Carlos siempre hace el turno de tardes, porque por las mañanas trabaja en el puerto. Unos empleos que antes de la pandemia completaba con entrenamientos de las categorías de base del Burela Fútbol Sala, aunque también entrenó a otros equipos, pues después de terminar el ciclo superior de Actividades Físicas e Deportivas se formó como entrenador. "Cos títulos que teño daría para entrenar ata Segunda en masculino e Primeira en feminino, pero estamos en A Mariña e hai menos opcións, así que hai que buscar outras saídas", confirma.

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