Gobierno y Xunta trasladan su "decepción" en un duro comunicado conjunto contra Alcoa

El Estado se ofreció a comprar la fábrica a través de la Sepi para revenderla a Liberty
Vista de la factoría de Alcoa en San Cibrao. J.Mª ALVEZ
photo_camera Vista de la factoría de Alcoa. J.Mª ÁLVEZ

La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, y el vicepresidente segundo y conselleiro de Economía, Francisco Conde, han trasladado a los representantes de los trabajadores de Alcoa la "decepción" de ambos gobiernos tras no llegar a buen puerto las negociaciones para la venta de la fábrica de Aluminio a la británica Liberty House.

En un duro comunicado, Gobierno y Xunta lamentan la "mala fe" de Alcoa, que decidió romper las negociaciones "apenas una hora antes" de que finalizara el plazo establecido para llegar a un acuerdo.

La compañía norteamericana ha rechazado "sistemáticamente" todas las ofertas que se han puesto sobre la mesa en las últimas semanas, tanto desde el comprador interesado, Liberty House, como del propio Gobierno español, que estaba dispuesto a comprar temporalmente la planta a través de la Sepi, "para venderla inmediatamente" al grupo británica.

Esta última posibilidad surgió a raíz de que Alcoa rompiera las negociaciones directas con Liberty el pasado martes. "Se trataba de una operación novedosa e impecable, que cumplía todos los requisitos legales tanto españoles como a nivel comunitario", explican Gobierno y Xunta en el comunicado.

Tanto Maroto como Conde han emplazado a Alcoa a que reflexione antes de la reunión de este lunes a las 9.30 horas "sobre las consecuencias que su decisión tendrá para sus trabajadores, sus familias y la comarca de A Mariña en su conjunto”. Por ello le piden a la multinacional que acepte alguna de las soluciones que el Gobierno le ha ofrecido para salvar los puestos de trabajo de la factoría mariñana.

Ambas administraciones han mantenido desde el principio que sí es posible alcanzar un acuerdo que dé continuidad a la producción de aluminio primario en la planta y a los puestos de trabajo. "No existen argumentos que puedan justificar una decisión que perjudica a todas las partes, especialmente a los trabajadores y trabajadoras de Alcoa San Cibrao y de la industria auxiliar", indican en el comunicado.

El Gobierno y la Xunta explican que seguirán trabajando para llegar a un acuerdo "que garantice los puestos de trabajo y las capacidades productivas de la planta, con el objetivo de que no se pare la producción".

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