Gastronomía y arte con raíces irmandiñas

La Taberna de Sargadelos se suma al ideario de la marca y sirve comida tradicional gallega en las artísticas vajillas del complejo industrial
Interior de la Taberna de Sargadelos. EP
photo_camera Interior de la Taberna de Sargadelos. EP

La Táboa dos Irmandiños, el antiguo comedor de los trabajadores de la fábrica de Sargadelos, recuperó su función principal, tras permanecer doce años cerrado, con la llegada de la Taberna Sargadelos. Este local hostelero, que se encuentra junto a la entrada principal de la fábrica, nació con el fin de unir el potencial de la marca y su torrente creativo con la experiencia de más de treinta años del Grupo Borges en la gestión de establecimientos hosteleros.

David Molejón es el gerente de este espacio situado en la planta circular, abierto hace poco más de un año, el 18 de julio de 2020. El establecimiento combina la tradición artística y gastronómica. Mo-lejón subraya que la filosofía de la Taberna nació como "un catálogo práctico de la fábrica y la galería en donde se muestra la vajilla colocada en la propia mesa donde come el cliente".

A su fusión con el ideario de la marca Sargadelos se suma la carta, con la que transmiten un mensaje claro: "Nos centramos en los sabores típicos de la gastronomía gallega", explica David Molejón. Dentro del menú se puede encontrar una amplia variedad de primeros, segundos y postres, muchos de ellos con nombres que llevan al cliente a pensar y sumergirse en el misterio y la magia que evoca Sargadelos. "Hay tres platos que aparecen en todas las comandas y son el pulpo á feira inspirador de verbenas e madeiras, los callos que tumban y sanan y el raxo dos altruístas ceramistas", cuenta el gerente de la Taberna Sargadelos. A estos platos se suma el queso con nueces y membrillo, "un postre característico de las casas gallegas". Es un menú que recuerda los de las fiestas o los de los pazos, pero con un toque añadido de refinamiento en su elaboración.

Todos los platos son elaborados a través de la receta tradicional y con productos de origen gallego, como el queso de Arzúa-Ulloa o el pulpo que, aunque como destaca David Molejón, "es autóctono, del Cantábrico, aunque resulta difícil de encontrar".

El mismo patrón siguen los vinos y vermús, todos de origen gallego, que se plasman en una pequeña carta de caldos embotellados y otros cosecheros, "como el Barrantes de barrica, poco usual en la mayoría de las tabernas, así como mencías, albariños cosecheros o el viño revolto", añade Molejón.

Además del servicio de restauración, en el que también se ofrecen desayunos, la Taberna de Sargadelos es un lugar idóneo para acercarse a tomar algo y disfrutar del esa sugestiva mezcla de arte, historia y naturaleza que envuelve Sargadelos.

David Molejón en el bar de Sargadelos. J.M. PALEO
David Molejón en el bar de Sargadelos. J.M. PALEO

UNA FUSIÓN ÚNICA. Comer en vajilla de Sargadelos no es algo que salga de lo común para la mayoría de los gallegos, que, como norma general, cuenta con algún modelo de esta loza en sus casas. Hasta hace unos años también se podía ver en grandes romerías como en O Naseiro. Pero salir a comer o tomar algo en familia y hacerlo en vajilla de Sargadelos es una tradición que solo mantienen en restaurantes de prestigio. De ahí que este detalle llamase la atención no solo de visitantes, sino también de los vecinos de la comarca.

La carta y la loza hacen única a la Taberna Sargadelos, al igual que algunos aspectos decorativos como los mosaicos que adornan su interior, hechos por Luís Seoane, cuando se decidió abrir un comedor en la fábrica de Sargadelos para sus trabajadores, y que "por su valor histórico, artístico y cultural esta empresa decidió "mantener en su sitio", agrega David Molejón.

Un recorrido por el recinto fabril
En el complejo de Sargadelos se fusionan una serie de actividades con las que dar a conocer la historia y tradición de esta firma de ceráminca gallega conocida en todo el mundo. La Taberna Sargadelos también entra dentro de este recorrido que empieza en el museo, en donde se exponen la historia y las piezas más relevantes de la marca, y que continúa por la fábrica, la galería y tienda, y que acaba en la Taberna con la degustación de platos típicos gallegos.

NUEVA INICIATIVA. La Pía do Xunco, esa característica piscina situada en el exterior del complejo de Sargadelos, pasó a ser de visita obligada en el recorrido de producción e instalaciones al albergar este verano una intervención artística que comenzó a visitarse dentro del conjunto.

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