Los ganaderos de O Valadouro piden ayuda frente a lobos, jabalíes y buitres

El PSOE critica que el PP vetase su idea de disponer de fondos con los que prevenir los ataques

El alcalde de O Valadouro, el socialista Edmundo Maseda, advierte de que el ganadero es el principal perjudicado en la gestión que se está llevando a cabo en torno a la conservación de especies protegidas como el lobo. Los ataques a la ganadería, principalmente caballar y del ganado para carne, van en aumento en la zona, sin que los afectados puedan actuar y sin que reciban ayudas. Hay que añadir la amenaza de los jabalíes -que están empezando a transmitir tuberculosis- e incluso la reciente presencia de buitres en la comarca.

Para hacerse una idea, "hay comunidades de montes que tienen 600 cabezas de caballos en los montes y cuando van a buscarlos, solo recogen 15 reses con vida en un año", afirma Maseda que apostilla que el caballo no puede desaparecer de estos montes porque con su presencia evita que las malas hierbas invadan estos espacios. El cuidado de los ganaderos también mantiene los bosques libres de incendios y conserva una de las mejores reservas de Europa de aguas de manantial.

Los afectados exigen que trasladen a los lobos -hay identificada una manada en O Cadramón desde hace más de dos años- a algún parque natural donde no causen estos estragos o que se proceda a una esterilización controlada, además de elaborar un censo para saber exactamente su número. "Hay que evitar que la población abandone el medio rural", matiza el alcalde de O Valadouro, expectante por ver las medidas que dispondrá la Xunta al respecto.

De no tomarse medidas con prontitud, Maseda avanza que habrá que volver a reunir a los alcaldes más afectados por esta problemática, para citarse de nuevo con la titular autonómica y exponer la cuestión. Hace unos meses, la consellería congregó a los regidores de O Valadouro, Abadín, Muras, Ourol y Xermade.

"Hay que actuar antes de la primavera, que es cuando hay partos y puede haber más ataques; ahora es el ganadero el que se ve amenazado por una especie protegida", alerta el regidor valadourense.

La compensación -que puede alcanzar los 300 euros- por la pérdida de un animal tras un ataque, tarda en llegar, incluso un año, y el ganadero se enfrenta al problema de las identificaciones en el caso del ganado que vive libremente en el monte. Además, como está prohibido dejar una res muerta en el bosque, los carroñeros no tienen más remedio que buscar animales vivos.

Maseda aboga por una correcta gestión e incluso por la promoción de esta convivencia lobo-hombre: "Esta coexistencia tan estrecha solo se conoce en el norte de Galicia, Portugal y Mongolia", dice.

El portavoz de Agricultura del PSOE en el Parlamento, Raúl Fernández, presentó este martes una proposición no de ley, relacionada con la legislación sobre los ataques del lobo. La iniciativa, "que foi vetada polo PP", preveía la creación de partidas con las que mejorar la formación y prevenir los daños con la adquisición de mastines o con cierres con mallas. Con el abandono del medio rural, el lobo expandió su hábitat hasta "ocupar o 72% do territorio en Lugo e Ourense".