Una fuerte riada puede poner en peligro el transitado puente de Ría de Abres

Una furgoneta atraviesa el puente de Abres. VILLAPOL
photo_camera Una furgoneta atraviesa el puente de Abres. VILLAPOL

Las denuncias que el Centro de Iniciativas Turísticas (CIT) de A Pontenova viene realizando en los últimos meses sobre la acumulación de madera y maleza en el Eo pueden tener su efecto río abajo, concretamente en el municipio de Trabada y, sobre todo, en uno de sus puentes más emblemáticos, como es el de O Fornacho, que conecta Galicia y Asturias entre la localidad trabadense de Ría de Abres y la veigueña de Abres. Este viaducto dispone ahora de unos pilares que podrían no soportar una riada potente como algunas de las que se produjeron años atrás.

Dicho puente es fundamental para la comunicación vecinal del entorno y se usa incluso para el transporte de alimentos, lo que da idea de la trascendencia. Sin embargo, el puente arrastra problemas derivados de un desgaste continuo y la alcaldesa de Trabada, la socialista Mayra García, cree que podría tener problemas de estabilidad en el caso de que se produjese una riada de consideración como algunas de las que se registraron años atrás.

En su caso, recuerda por ejemplo que la última gran riada se llevó por delante el puente de Ferrería, que comunicaba también Galicia y Asturias a unos pocos metros del de O Fornacho. Aunque no daba servicio a tantas personas, sí era importante para la gente que vivía allí, donde hay una panadería.

Mayra García dice haber constatado con el paso de los años que no hay interés real por recuperar ese puente que ejercía un papel importante en las comunicaciones de la zona. En varias ocasiones ella y su homólogo en Vegadeo, César Álvarez Mourelle, trataron de que desde la Confederación Hidrográfica del Cantábrico y desde Carreteras del Estado se planteasen sustituir el puente, sin suerte.

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