O Fuciño do Porco estrena restricciones de visitantes y As Catedrais mantiene el formato

Usar los baños del arenal de Ribadeo, como los de Os Castros, costará un euro
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La playa de As Catedrais, en Ribadeo, y el espectacular enclave de Punta Socastro, ahora mucho más conocido como Fuciño do Porco, en O Vicedo, son los dos enclaves naturales de la comarca en los que es necesario solicitar una reserva para poder visitarlos.

En el caso de As Catedrais, también con otro topónimo original distinto como es Augas Santas, su funcionamiento no es ningún secreto porque la Xunta se viene ocupando de su regulación desde hace varios años. En ese sentido no cambió nada en la playa ribadense. Es necesario solicitar esa reserva online o bien a través de los establecimientos comerciales, hosteleros y otros puntos en los que se reparten los tiques de acceso y cada día no puede haber más de 4.812 visitantes

En el caso de O Fuciño do Porco ya está habilitada la página para realizar las reservas online, puntafucinodoporco.gal. Allí, además de realizar la reserva, se ofrece información acerca de la visita junto a consejos prácticos para poder hacerla del modo más cómo posible.

Cada reserva que se hace tendrá una duración máxima de 45 minutos. No se podrá acceder antes de la hora asignada y será necesario abandonar el lugar antes de los 45 minutos marcados para cada una de las estancias. 

En la página web se establece que una persona podrá realizar su propia reserva y la de sus acompañantes en un único proceso aunque el titular de la reserva deberá presentar la confirmación de la misma en cualquier formato a la hora de realizar la visita. El plazo máximo de antelación para la reserva será de un mes y en el caso de no respetarse ese plazo será cancelada. 

No está claro quién se va a encargar este año de desalojar a la gente de las playas si sube la marea y no hay distanciamiento social

En principio se establece una ratio de 25 personas cada 45 minutos para que la visita se haga de modo ordenado y con comodidad. 

El buen tiempo está facilitando unas visitas que la crisis del coronavirus está complicando y, aunque se está notando un incremento de la afluencia turística, en el caso de As Catedrais es notable el descenso en el número de reservas en estos primeros días. 

En la web de la Xunta para realizar la reserva se podía comprobar que apenas había un millar de plazas reservadas para cada jornada de aquí al fin de semana. 

No obstante, se espera que la playa ribadense continúe haciendo de imán tal turístico y como viene sucediendo desde hace años siga atrayendo una gran cantidad de visitantes que el Concello luego intenta desviar hacia el núcleo de Ribadeo. 

La incidencia del coronavirus, que fue la que hizo limitar las visitas a O Fuciño do Porco, tiene también efectos secundarios en As Catedrais, ya que al margen de que al menos según la ley los visitantes tendrán que ver sus famosos arcos con mascarilla, el Concello avanzó este martes que cambia el sistema de uso de baños tanto en este arenal como en los de su vecina de Os Castros. En ambas se cobrará el importe de un euro por hacer uso de las instalaciones.

Este extremo lo avanzó el concejal ribadense de medio ambiente, Jorge Díaz Freije, quien indicó que tras cada uso de los baños se procederá a su desinfección. Explicó que "nos Castros estarán operativos os baños que hai arriba, entre As Illas e Os Castros, que normalmente son os destinados ás persoas con mobilidade reducida. Os que están na baixada dos Castros non estarán operativos". 

Tras cada uso de los baños se procederá a su desinfección

El edil indicó que los baños de pago que hay, los de As Catedrais y Os Castros, corresponden a playas con bandera azul porque las van a mantener "e con máis motivo queremos ser exemplares na limpeza e ser rigorosos no que ten que ver coa desinfección, debido á pandemia do Covid. Queremos procurar ser referente no bo uso desas instalacións". 

En las otras playas del municipio no funcionarán las duchas, lavapiés o fuentes

Díaz Freije pidió que se mantengan las normas de distanciamiento entre la gente "e pedimos prudencia. Creo que así é como se poderá desfrutar destas fermosas praias que temos. Todo isto vai estar ben indicado, a partires dos próximos días, coas sinais informativas correspondentes recollendo as normas de uso e as recomendacións de seguridade, tanto para usar os baños como para o acceso ás praias". 

Aunque estos dos lugares son los que tienen la obligatoriedad de realizar una reserva para poder visitarlos, lo cierto es que las playas mariñanas, como las del resto de Galicia y España, van a ver alterada su realidad este año a consecuencia de la pandemia del coronavirus. 

No está claro todavía cómo se aplicará en Galicia el distanciamiento personal en las playas debido a las características especiales que tienen aquí muchos arenales, que se quedan prácticamente sin espacio cuando sube la marea y en muchas ocasiones hará que sea imposible su uso. 

Está por ver también quién se encargará de desalojar de las playas a la gente y si se impondrán multas.

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