Frustado un robo en la oficina de recaudación del Concello de Foz

Los ladrones huyeron al ver las cámaras instaladas en el departamento municipal de cobros ► El regidor asegura que no suele quedar dinero en el consistorio y cifra los daños en 800 euros

La casa consistorial focense fue el objetivo de los ladrones la madrugada del este jueves. Hace dos o tres años se habían atrevido a allanar las dependencias de la Policía Local, ubicadas justo al lado, pero en esta ocasión, lo han intentado con la propia casa consistorial. Con la intención de dirigirse a la oficina de recaudación, los ladrones causaron destrozos valorados en unos 800 euros, pero, como advirtió este jueves el alcalde, Javier Jorge Castiñeira, "no llegaron a entrar probablemente al verse disuadidos por las cámaras de seguridad instaladas a la entrada de este departamento".

Estos equipos de videovigilancia los instaló el Concello hará unos tres años y las grabaciones las estaban analizando este jueves, junto a los agentes de la Guardia Civil, para obtener más datos sobre los posibles autores del allanamiento.

Utilizaron, eso sí, una de las entradas al consistorio, aunque no la principal. Rompieron la puerta por la que accedieron al recinto, que no está especialmente blindada, y pretendían forzar la del departamento de cobros, que sí es más sólida. Parece ser que al ver las cámaras, desistieron.

No es la primera vez que los bienes municipales de Foz se ven menoscabados por robos y allanamientos. "Nos robaron recientemente equipos de jardinería en la nave del muelle que tuvimos que reponer; también de la Sala Bahía sustrajeron varios equipos así que instalamos cámaras y también nos llevan gasóleo de las desbrozadoras o motobombas". El regidor aprecia que estos incidentes suelen ocurrir en agosto, en el periodo entre fiestas.

SAN MARTIÑO. La festividad de San Martiño de Mondoñedo de Foz del pasado día 22 tuvo pocas incidencias este año, pero todavía este jueves la Guardia Civil recibió la denuncia de un joven que aseguraba que le habían robado la cartera con diez euros y su documentación. Sospechaba de un hombre que minutos antes le había exigido entregar todo lo que portaba, aunque le había ignorado en un primer momento. En la cita también robaron un bolso que en sí mismo casi costaba mil euros.

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