El Ayuntamiento de Foz cerró este martes el acceso a la playa de Os Xuncos para impedir que se adentre nadie en la arenal ante la importante presencia en número de carabelas portuguesas, que pueden provocar un intenso dolor, problemas respiratorios y urticarias severas al contacto, debido a la elevada toxicidad que segregan en sus tentáculos y que permanece activa incluso muertos estos invertebrados.
Fue el único arenal focense en el que se decretó el cierre, pues aunque también se detectaron ejemplares en otros como A Rapadoira y Llas fueron muchas menos las medusas que llegaron a la costa y fueron retiradas por personal municipal.
"O que fixemos foi unha batida polos areais coincidindo coas mareas para detectar a presencia destas medusas, ao tempo que advertimos á poboación de que tivese moito coidado de non tocalas e de que tampoco se achegasen as mascotas polos problemas que din os técnicos que poden provocar", aseguraba el alcalde focense, Fran Cajoto.
En la jornada del martes no hubo constancia de ninguna picadura, a lo que sin duda ayudaron los avisos y las retiradas efectuadas en las playas, frecuentadas estos días casi en su totalidad por gente para pasear con los perros, entre los que primó el civismo para evitar que se acercaran.
Se cree que las medusas llegan arrastradas por las corrientes marinas desde las costas coruñesas, donde hace días se registró una llegada masiva de estos invertebrados en playas del concello coruñés y de Ferrol.
Se trata de ejemplares que suelen encontrarse en aguas más cálidas pero que las borrascas pudieron arrastrar hasta la costa gallega. Hasta el litoral mariñano tan solo llegó una mínima parte de las que aparecieron en A Coruña y hasta ahora su presencia solo ha sido detectada en Foz, donde se actuó con celeridad con advertencias a la población.
El efecto del veneno que desprenden varía en función de la sensibilidad de las personas, que no se conoce hasta que entran en contacto con el animal.
