El pabellón de deportes de Xove fue el lugar escogido para realizar las PCR a una parte de la población del concello con la mayor tasa de incidencia de positivos de toda Galicia, que el domingo contaba con 73 casos activos. Un total de 312 personas desfilaron de manera ordenada y sin aglomeraciones para someterse a unas pruebas, cuyos resultados se conocerán en 48 horas y que nos darán una "foto fija" de como está la situación en el municipio, según declaró su alcalde, Demetrio Salgueiro.
El regidor fue uno de los vecinos que se sometió a las pruebas y lo hacía por primera vez. "Fixera outra de anticorpos, pero desta non", constataba con la tranquilidad que acompañaba a la mayoría de la gente a las que se realizaron los controles, para lo que un equipo de sanitarios se desplazó desde el Hospital da Costa.
Los vecinos fueron citados de treinta en treinta cada media hora para evitar esperas innecesarias y aglomeraciones. Unas pruebas a las que, mayoritariamente, se sometió personal de empresas y trabajadores municipales que están en la calle, de cara al público y todas las personas que trabajan en atención a domicilio.
"Ofreceuse a todos os negocios integrantes da asociación de comerciantes e aos que non o son. Pasou xente de empresas de todo tipo, de hostalería, de comercio, a nivel industrial...", recuerda Salgueiro, un cómputo al que suman una treintena de vecinos que se animaron a hacerlo para descartar que pudieran estar infectados, "xente que non ten síntomas, pero que poido ter relación con algún positivo e querían saír de dúbidas", cuenta el alcalde, satisfecho de este cribado masivo "que nos dará unha vision real de como está o concello".
Las pruebas se sucedieron desde poco antes de las diez y concluyeron en torno a las dos y media. "No es agradable, pero tampoco es para tanto", comentaba la trabajadora de una mueblería, citada junto a una compañera y que cree que este tipo de pruebas "son positivas para gente que estamos de cara al público para quedarnos más tranquilos aunque ya tomamos todas las medidas nececesarias", insiste.
Precisamente por ello, uno de los empresarios que el domingo se sometía a la prueba considera que "aínda que todo o que se faga está ben, creo que o cribado debería ir dirixido máis á poboación en xeral, que se fixera aleatoriamente, porque nós xa traballamos con máscara e distancia de seguridade", cuenta Carlos López, propietario de una peluquería y un establecimiento de hostelería donde, insiste, se desinfectan mesas y sillas ante de ser usada por otro cliente, por lo que lamenta que todas las restricciones vayan contra ellos. "Non hai que buscar culpables, senón solucións", dice al tiempo que lamenta los cierres en los negocios y que no se vigilan las reuniones privadas, un foco, a su juicio, de la expansión del virus.
Xove contaba el domingo con 73 casos activos, 25 de ellos relacionados con la residencia de mayores San Bartolomeu, de la Fundación San Rosendo, donde según los datos de la Xunta, el virus afectaba a quince usuarios, uno de ellos de los apartamentos tutelados, y a diez trabajadores. Todos ellos con sintomatología leve.
