La posible reducción de la cuota de caballa -xarda-, que se baraja en las reuniones de los distintos consejos sectoriales que se desarrollan durante este mes en Madrid, es motivo de preocupación para la flota de arrastre de litoral, sobre todo para el cerco y el arrastre, cuya viabilidad depende en gran medida de esta especie. El gerente de la OPP-7, Sergio López, alerta de que un acusado recorte tendría un "impacto económico e social gravísimo".
El sector lucense resalta que el estado del recurso ha experimentado una notable mejoría, por lo que no entiende que puedan efectuarse propuestas de ese tipo. La eventual disminución de la cuota está todavía sin concretar, incluso podría influir sobre la misma el acuerdo del Brexit, según apuntan distintas fuentes.
Por otro lado, un estudio de la Universidad de Oviedo avala la postura del Principado de Asturias sobre el efecto negativo que tienen sobre la flota asturiana los criterios actuales de reparto en esta pesquería, establecidos por el Gobierno de Rajoy en 2014, año desde el cual estiman que las pérdidas ascenden a casi cuatro millones de euros.
La comunidad asturiana, igual que Galicia, mantuvo desde entonces una postura reivindicativa para tratar de que se acometa una revisión de la distribución. Asturias incluso recurrió a la vía judicial y, de hecho, cuenta con varios recursos admitidos a trámite.
El estudio, que propone otra fórmula de reparto, resalta la importancia de esta pesquería en la región vecina para artes distintos del arrastre y el cerco. El reparto usa varios criterios con ponderaciones que consideran arbitrarias y la consideración subjetiva como barcos de pesca dirigida a la caballa solo para los que capturar más de 15 toneladas en un año.
Asturias defiende que el reparto por capturas históricas, criterio más empleado a nivel mundial, favorece a Cantabria y País Vasco frente a Asturias y Galicia.
