La Fiscalía de Área de Gijón dispone ya de una petición para Javier Ledo Ovide, el presunto homicida de Mari Paz Fernández en la localidad asturiana de Navia en 2018 y su conclusión disgustó a la familia de la fallecida. Considera que el delito es homicidio y no asesinato, es decir, que no hubo premeditación a la hora de cometerlo. Como consecuencia de ello la pena se ve sensiblemente reducida, aunque la Fiscalía reclamará lo máximo para este delito, es decir, quince años de cárcel y diez de libertad vigilada.
Los abogados de la familia de la fallecida consideran que el delito sí fue de asesinato con lo que la pena sería de 15 a 25 años.
La defensa, por su parte, solicitó un sobreseimiento de la causa, que ya fue desestimado y Ledo continuará por lo tanto en prisión preventiva. Un jurado popular se encargará de determinar la categoría de los hechos.
Sea homicidio o asesinato, lo sucedido a Paz Fernández Borrego, vecina de Gijón, causó una gran conmoción no solo en la localidad naviega sino en todo el Occidente de Asturias.
La mujer acudió a la localidad de Navia el 13 de febrero de 2018 para encontrarse con Ledo de mutuo acuerdo y tras haberse conocido en las redes sociales y mantener un intercambio de mensajes a través de Whatsapp. Tras encontrarse, él le propuso que fuesen a su casa a cenar, a lo que ella aceptó.
Tras la cena, en el teléfono móvil de Paz Fernández entró un mensaje de una tercera persona con la que la mujer había mantenido una relación anterior y en el que quedaban para volver a verse. Esto desató los celos de Javier Ledo, según el relato de la Fiscalía, y entonces la acusó de haberle robado 500 euros que tenía guardados en un cajón. Le golpeó en los brazos y la clavícula y, cuando trataba de escapar, le dio con una piedra en la cabeza. Luego arrojó su cuerpo al embalse de Arbón, donde apareció varios días después.