La vigésima novena edición de la Festa da Faba terminó como "a mellor dos últimos anos tanto en asistencia como de ventas", explicó la alcaldesa Rocío López. Entre el sábado y este domingo se vendieron unos 4.000 kilos al por mayor (con un precio de ocho euros) y 5.300 en los expositores de los fabeiros.
Este domingo comenzó muy temprano, con la venta de las alubias al por mayor en el mercado comarcal a las ocho y media de la mañana. Después, se abrieron las casetas de los fabeiros en la Praza Conde Santo, donde se vendieron unos 5.300 kilos de fabas, de las que 3.000 eran frescas, 1.200 secas sin envasar, 800 verdinas y 300 IXP envasadas.
A las once se dio el pistoletazo de salida a varias actividades como la demostración de artesanía de juguetes en el centro de interpretación da faba o el taller de cocina dedicado a los más pequeños en la carpa Linares Rivas.
Al mediodía llegó el momento del pasacalles. Si el sábado los encargados fueron el cuarteto de música tradicional Souta Xímaro, este domingo fue el turno de los ritmos de percusión de la charanga Mekánika, que recorrieron Lourenzá animando a los presentes.
Como en cada ocasión, el deporte no faltó a la cita. A las cinco y media de la tarde se jugó el partido de fútbol de la primera autonómica entre el Lourenzá y el Folgueiro, en el campo de Santa Cruz.
El cierre de esta edición de la Feira da Faba estuvo repleta de música con un conciero folklórico que congregó a grandes artistas como Suso Vaamonde y Xosé Lois Romero -con la interpretación conjunta de 24 instrumentos populares galegos y la actuación de la asociación cultural Osorio Gutiérrez.
