El Mercado da Primavera impulsado por la concejalía de Cultura de O Valadouro tuvo una de sus ediciones de mayor éxito, con más gente que en anteriores ocasiones y también más puestos artesanos, en torno a 90, que se extendieron por la plaza y varias calles. Además las actividades tuvieron una notable participación y el espíritu de la iniciativa se va propagando entre el público, con muchas más personas caracterizadas con las vestimentas de antaño y con unos trajes en los que se aprecia la dedicación que tuvieron.
Desde la organización el edil de Cultura, Eduardo Chao, califica de "excelente" esta edición. "A verdade, despois da pandemia a xente tiña moitas ganas de festa e está demostrándoo agora, se nos deixa algo o tempo aínda temos máis horas de diversión", comentaba, pues tras una mañana espléndida por la tarde se levantó el viento y amenazaba lluvia a última hora. En todo caso la localidad pudo disfrutar de un mercado muy animado y concurrido, "con máis de noventa postos de artesanía, froitas, carnes... todo produtores locais pero tamén os había de León ou de Asturias", comenta.
Sin embargo el de Ferreira es mucho más que un mercado e incluye un sinfín de actividades de las que disfrutar y que también estuvieron muy concurridas, como el desfile de zocas decoradas y vestimenta tradicional para niños y adultos, las demostraciones de oficios o un concurso de habilidades para conducir tractor con remolque y marcha atrás. Los niños —muchos caracterizados— también fueron grandes protagonistas en la fiesta, con actividades específicas como juegos tradicionales y de temática agraria, paseos a caballo o un espectáculo de títeres.
Para comer, este año como novedad hubo tres pulperías con mucha afluencia y además los locales de la villa tenían sus propias propuestas gastronómicas relacionadas con la fiesta, que también implicaba a los comercios en un concurso para caracterizarlos "ao máis puro estilo tradicional".
Hubo teatro y mucha música todo el día, desde la animación de calle con Os Fandangueiros, Amado Lar, Festicultores Troupe o Mekanika, la sesión vermú con Os Parentes de Sober o los conciertos de la noche, con un ojo mirando al cielo aunque había carpa, que eran los de Treixadura, Anxo Lorenzo, Mileth y Orsgasmatrón.