"Faltan más piezas y están siendo ocultadas por particulares y administraciones", dice Silvaje

El expárroco en Ribadeo y Trabada insiste en su inocencia ►Varias feligresas dicen que otros curas "le hacían la vida imposible" y hasta "le echaban pulgas" cuando misaba

José Emilio Silvaje y el anticuario Jaime de Orozco. XESÚS PONTE
photo_camera José Emilio Silvaje y el anticuario Jaime de Orozco. XESÚS PONTE

El expárroco en Ribadeo y Trabada acusado de haberse llevado 40 piezas religiosas de diferentes iglesias, José Emilio Silvaje Aparisi, aprovechó ayer su derecho a la última palabra para reiterar su inocencia y lanzar nuevas acusaciones hacia terceros. "Faltan más piezas de las que figuran en este procedimiento, que ya no estaban en los templos a mi llegada. Yo tengo documentación que corrobora la existencia de esas piezas e intenté ponerme en contacto varias veces con la Fiscalía para decirle que están siendo ocultadas dolosamente por particulares y administraciones, pero no me recibió".

Silvaje insistió en que "jamás" se apoderó de ningún bien eclesiástico y recordó que incluso pagó restauraciones de su propio bolsillo. "Yo no me llevé nada de lo que dicen. De hecho, mi patrimonio no aumentó desde 2008, sino todo lo contrario. Llevo siete años sufriendo perjuicios a nivel moral y profesional. He sido difamado y me siento indefenso. Si cometí un error de gestión, lo arreglaré, pero no reconozco ningún delito", concluyó.

Antes de finalizar el juicio, el excura pidió perdón públicamente al otro acusado, Jaime de Orozco, "por meterlo en todo este procedimiento", lamentó.

José Emilio Silvaje también dirigió sus disculpas al tribunal, pero a las puertas de la sala matizó que no pedía perdón por nada de lo que había dicho en el transcurso de su interrogatorio -cuando fue apercibido varias veces por la magistrada- "sino únicamente por si me extendí demasiado en mis aclaraciones", apuntó.

Con la misma seguridad en sí mismo que mostró durante la primera jornada del juicio, el excura apuntó que no tuvo "mala fe" cuando dijo que "el sacristán que no era borderline, era subnormal profundo". Según apuntó, "no es una falta de respeto, es un diagnóstico psiquiátrico".

A lo largo de la mañana de este jueves también prestaron declaración varias feligresas, que apoyaron la gestión del acusado como párroco. "Don Emilio hizo muchas cosas por el pueblo de forma desinteresada. Se llevó varias piezas y las devolvió restauradas sin cobrar nada. Además, tampoco cobraba por muchos servicios, y los otros curas sí". Una de las vecinas explicó que estas actuaciones no eran del agrado de muchos sacerdotes. "No sé si tenía enfrentamientos con otros curas, pero desde luego que le hacían la vida imposible. En una ocasión le echaron una plaga de pulgas en la alfombra cuando iba a misar y le picaron. No vimos quien fue, pero creemos que fueron otros curas", comentó.

Por su parte, las monjas Clarisas que declararon por videoconferencia confirmaron que Silvaje les llevó varios artículos y ropa de misa para reparar y lavar, pero no muebles ni un manto de la Virgen de los Dolores, tal y como aseguraba el cura.

Tras escuchar estos testimonios, la fiscal mantuvo la petición de cuatro años y medio de cárcel para el expárroco y 18 meses de prisión para el anticuario. "Ha quedado probado que el señor Seivaje dispuso de bienes eclesiásticos en su propio beneficio y le entregó algunos al señor Orozco. Ambos, por su formación académica y su posición, sabían perfectamente lo que hacían", concluyó.

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