La falla del seísmo se vigiló desde Navia de Suarna, A Pontenova y Castropol

Los temblores se monitorizaron y este sábado hubo una réplica del más fuerte, cuya magnitud el IGN baja finalmente a 4.1
Sismógrafo móvil situado en la ermita de Virigo, en Navia de Suarna, durante el estudio de la falla. UDO
photo_camera Sismógrafo móvil situado en la ermita de Virigo, en Navia de Suarna, durante el estudio de la falla. UDO

"Hay un clúster de terremotos al norte de cabo Ortegal" dicen los geólogos de la Universidad de Oviedo que durante ocho meses monitorizaron los movimientos sísmicos en torno a la falla cantábrica que desde tierra en Ventaniella se adentra en el mar y provocó el seísmo de 4.4 del viernes, sentido en gran parte de Galicia y cuya magnitud el Instituto Geográfico Nacional rebajó a 4.1.

No hubo daños pero este sábado a las tres y 26 minutos de la tarde se produjo una réplica en la zona, con magnitud 2.2. Fue el más cercano a la costa de la serie pero que no fue sentido por la población.

La monitorización y estudio de la falla que realizaron Jorge Acevedo Sánchez, Sergio Llana Fúnez, Carlos López Fernández y Gabriela Fernández Viejo se realizó durante ocho meses y emplearon once estaciones sísmicas, la mayor parte ubicadas en Asturias pero también sismógrafos portátiles como el ubicado en la iglesia de Virigo, en Navia de Suarna.

Estas y la estación fija que e IGN posee en A Pontenova, además de la STS de Santiago, les aportaron datos sobre el hundimiento de la placa cantábrica bajo la ibérica en un fenómeno de subducción.

Otra de las estaciones móviles la situaron en Castropol, desde donde se detectaron también pequeños terremotos en la zona ortegana que ahora tiembla con más intensidad. En total, los investigadores pudieron analizar hasta 73 seísmos en toda la falla, en ese período y pronto presentarán sus conclusiones.

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