Exquisita tortilla y ricas raciones

La Adega Nicanor de Ribadeo mantiene su filosofía de siempre, enfocada hacia la degustación de vinos cosecheros de distintas procedencias. Su nuevo local, abierto hace cuatro años frente al anterior en las inmediaciones del Parador, cuenta con un espacio destinado a tienda de vinos y licores y otro a la hostelería, con barra y un pequeño comedor. Su propuesta gastronómica es tradicional, pero muy cuidada, lo que convierte esta bodega en un sitio ideal tanto para tomarse un vino y un aperitivo como para comer. 

Este establecimiento es uno de los pocos que elevan la tortilla de patata al nivel de excelencia culinaria. Irene Calvín, cocinera y copropietaria del local, prepara unas tortillas jugosas, sin llegar al estado de liquidez de las de Betanzos. Más que de receta, que es universal, hay que destacar la calidad de los productos, desde las patatas del país, a los huevos o un buen aceite, unidos a la sabiduría en la elaboración. 

Este negocio es conocido por sus sabrosas y generosas raciones y sus módicos precios. La Adega Nicanor ofrece unos exquisitos chipirones encebollados, un logrado pollo al ajillo y un apetitoso raxo con patatas. Llaman también la atención las croquetas de jamón y las empanadillas de atún, ambas de preparación casera, o algún plato de cuchara como los callos. 

No faltan tampoco las raciones típicas de productos porcinos como el lacón, la oreja, el morro o los torreznos, sin olvidar las tablas de embutidos. 

Pese a su ubicación en una localidad costera, el Nicanor prepara un cocido tan completo como sabroso. Las piezas, entre las que se incluyen el butelo y la cacheira, se sirven enteras, como marcan los cánones. 

Los postres responden a los cánones clásicos, de toda la vida, como es el caso del arroz con leche, el requesón con miel y el queso con membrillo. 

Entre la amplia variedad de cosecheros, que se pueden degustar en el local o comprar en la tienda se encuentran ribeiras sacra, albariños, ribeiros, riberas del Duero o riojas. La oferta incluye, además, una variada gama de orujos y licores. 

Esta típica bodega se caracteriza con las típicos tres bes en los que basa su popularidad: buena comida, buena bebida y buen ambiente.