Las bandadas de estorninos regresaron en gran cantidad un año más a Ribadeo. Después de unos otoños en los que habían aparecido pero no con esta intensidad, desde hace unas semanas convirtieron la zona de O Xardín en un lugar por el que se suele mirar al cielo al atardecer. Es en ese momento del día en el que aparecen para ir saltando de árbol en árbol entre los muchos que hay en ese entorno de la villa ribadense y crean muchos problemas con sus excreciones. Son muchos los vehículos que aparecen muy manchados por ellos y también algunos vecinos se quejaron de que sufrieron daños en sus ropas.
Una vecina presentó un escrito en el Ayuntamiento en el que solicitó del gobierno municipal la adopción de una medida que quieren que se tenga en cuenta porque entienden que puede ser un paliativo importante. Reclaman que se poden los árboles existentes en todo ese entorno porque entre su follaje es donde se camuflan y lo que, explican, les permite sobrevivir en grandes cantidades.
Los estorninos se mueven en bandadas aparentemente bien organizadas. Utilizan los árboles para resguardarse y su movimiento se intensifica notablemente cuando declina la luz del día, momento en que vuelan en grandes grupos.Es entonces cuando su presencia incomoda más al vecindario, ya que su cantidad es tan grande que genera muchos problemas. Al mismo tiempo, resulta complicado atajar esa situación.
Ribadeo recibe habitualmente la visita de los estorninos. No siempre se asientan en el casco urbano, como en esta ocasión. Algunos años generaron muchos problemas en la parroquia de A Devesa. Suelen alimentarse de multitud de pequeños insectos o gusanos en la tierra y tienen un apetito insaciable.
El paso por un punto concreto, como por el de esta zona de Ribadeo, es efímero. Dura unas semanas aunque siempre generan muchas incomodidades. No está claro cómo combatir su presencia en áreas urbanas.
Hace unos años, con Balbino Pérez Vacas como alcalde, se contrató a una empresa que trajo a Ribadeo un halcón que es su depredador natural y que soltaban en esos momentos en los que se aglutinan en una parte de la localidad. Su efecto fue limitado y la empresa había cobrado un total de 3.000 euros al Concello.
