Los 16 tripulantes del palangrero Carla que llevan confinados en el barco, atracado en el muelle de Burela desde el día 13, se han sometido en la mañana de este a pruebas PCR para saber si pueden proseguir su marea. Los resultados se conocerán este martes. "Estamos todos bien, pero un poco hartos ya y deseando que nos dejen salir a la mar", comenta Rafael Boj Galán, el causante involuntario de esta situación al dar positivo en un test que «era defectuoso» según pudo saber, ya que en el segundo a los pocos días ya dio negativo.
Un asunto familiar hizo que este marinero avilesino se incorporase al barco más tarde que el resto, al igual que hizo otro compañero, por lo que les realizaron a los dos la prueba. "Nos lo hicieron en una clínica de Asturias y nos fuimos a la mar el día 7. Después ya fue cuando mandaron el barco para tierra porque había un supuesto positivo, que era yo, pero según dicen los expertos por un test que estaba mal. Entramos aquí el 13, nos hicieron la prueba y ya di negativo", relata el tripulante, que nunca tuvo ningún síntoma de la enfermedad, como ninguno de sus compañeros.
Este lunes les han hecho nuevas pruebas al finalizar la cuarentena
Todos ellos se encuentran «bien, aunque un poco desilusionados» porque dice que al principio les comentaron que pasarían el confinamiento en la Casa del Mar o en algún alojamiento fuera del barco. "Estamos aquí los 14 días metidos, se nos hace muy pesado", reconoce el marinero, quien explica que aunque están acostumbrados a hacer "campañas de dos meses" en el barco en aguas de Francia —donde estaban ahora—, Escocia o Irlanda, "al estar trabajando se te pasa el día enseguida, pero aquí son tantas las horas muertas que parece que no se pasa". "Estos días prácticamente no hacemos nada: fumar, pasearnos para arriba y para abajo —tienen acotado también un trozo de muelle para ellos—, jugar una partida a las cartas o ver la televisión, pero son muchas horas", lamenta.
Sanidad Exterior les comunicó que si las pruebas realizadas este lunes salen bien, se podrán ir al día siguiente. "Si todo sale bien el martes podríamos salir a la mar, por lo que nos dijeron", comenta Rafael Boj, que aún desconocía en qué zona podrán continuar la faena. "Vamos hasta mayo a la mar y cuando acabe la campaña iremos para casa quince días", algo que también les tarda ya que en la familia están "un poco preocupados".
