Asunción Dovale: "Era incapaz de coger un cuchillo por miedo a hacer daño a mis hijos"

La ourolesa es autora del libro 'Marcada por mi destino', una biografía breve de su vida editada por Círculo Rojo
Asunción Dovale (3).ANTÍA
photo_camera Asunción Dovale. ANTÍA

La violencia tiene consecuencias más allá de los golpes y marca a las personas que la sufren de por vida, como es el caso de la ourolesa Asunción Dovale, quien la padeció como hija de mujer víctima de violencia de género y decidió escribir su historia, marcada por un padre alcohólico que sometía a su familia a maltrato psicológico y físico, además de relatar el duro golpe que supuso la pérdida de su hijo en un accidente.

¿Por qué decidió escribir el libro?
Hace tiempo que quería escribirlo, me decidí al aumentar el maltrato, porque veo injusticias ante las que no se hace lo suficiente. Esto pasó hace 50 años y estamos igual, con la diferencia de que antes no se visibilizaba y ahora sí. Hablan mujeres conmigo por privado que no denuncian porque si no atacan a quienes más queremos, a nuestros hijos, les hacen daño.

¿Hay más casos ahora?
Antes no había muertes, pero sí muchos golpes, veo bien las manifestaciones y honro a esas mujeres, pero a mi modo de pensar ellos cogen más fuerza. Antes no se denunciaba porque no te hacían caso, ahora las matan porque denuncian.

Su familia pasó por esa situación.
Llevo 40 años en el psiquiatra. Lo que vivimos y vimos nos quedó para siempre.

¿De qué maltrato hablamos?
Era maltrato psicológico, queríamos levantar a mamá y nos pegaba, decía "ya me da lo mismo poner dos cajas que cuatro".

¿Qué más puede hacerse ahora?
Una vez que denuncia la mujer no debería volver a su casa, debería tener protección. También veo mal que un maltratador esté con sus hijos, deberían apartarlos de él. Y lo mismo debería aplicarse a la mujer que pega al hombre. Qué importa que les pongan una orden de alejamiento, se la van a saltar, no vale para nada. Veo a la mujer muy desprotegida, y a los niños, porque matan a una madre con ellos delante. Cuánto se habla de eso, un día, dos... Qué importa que les metan en la cárcel, después de muertas ya no les pueden ayudar, necesitan un cura nada más. Hoy en día aún no lo olvidé.

"Creo que hay que hablar más del maltrato, animo a otras mujeres a que no aguanten ni un solo palo"

¿Por qué eligió ese título? ¿Cree en el destino?
Creo en el destino, le puse ese título porque estoy marcada, después tuvo el accidente mi hijo, teníamos un vínculo muy grande, se paró el mundo, fue un golpe muy grande. Ya me daba igual la muerte, quedé destrozada, intenté suicidarme. Me parecía que todo pasara y no, mi marido me sacó de casa por los maltratos que veía, a él también lo amenazaba con armas blancas, pero quedaban mis hermanos y mi madre. Me sentía culpable de marchar, pero de tener valor lo hubiera hecho antes. De ser ejemplar, mi padre pasó a ser un extraño. Recuerdo tener que apartar a mi madre porque estaba con un hacha delante...

¿Por qué cambió su padre?
Empezó a beber, pero no relaciono eso con el maltrato. Recuerdo a mi madre cada vez que oía el sonido del coche mandarnos para la cama. Nosotros llegamos a pensar en matarlo, con solo 9 años y mi hermano, con 7; porque ya no nos importaba nada, sabíamos que un día íbamos a ser nosotros, nunca pensábamos en mañana, solo existía el ahora... Vives todo el día con miedo, mirando atrás, adelante, no se lo deseo ni al más grande enemigo. Nunca vi sonreír a mi madre, siempre con la mirada baja y el miedo.

¿Cómo le afectó eso a usted?
No podía hacer vida en casa, era incapaz de coger un cuchillo para pelar una patata, tenía miedo a hacer daño a mis hijos, estaba traumatizada. Por eso pasé la mayor parte de mi vida en la calle, hasta que vi que se podían defender, en mi mente enferma me di cuenta de que ya se podían defender, pero esto seguirá hasta que me muera. Lo que ves en casa te marca para toda la vida. He pasado miedo, hoy hay niñas que están controladas, las acosan con el teléfono móvil.

¿Qué siente al ver otros casos?
Cuando veo esos casos me indigno. Creo que hay que hablar más del maltrato. Por privado, muchas mujeres me dicen que tienen miedo. Cuando me preguntan les digo que se alejen ya, que se vayan para casa de una amiga, porque cuando regresan la mayoría de las veces van a una muerte segura. Sufrir en secreto es muy malo, no se atreven a denunciar por miedo. 

¿Piensa que al contar su historia ayuda a otras mujeres?
Me comentan que hice bien para ayudar a otras mujeres y yo les animo a que no aguanten un solo palo, el hombre que pega una vez repite. El perdón no sirve, una lágrima no arregla nada.

¿Le ayudó escribir el libro?
El libro me ayudó, pero me costó mucho porque no tengo preparación, me ayudaron. Es una pequeña biografía, he llorado más, a veces paraba porque ya no podía seguir. Escribir ayuda, debían hacerlo todas las mujeres, aunque no lo publicasen, echas eso fuera. 

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