El Eo baja su nivel y deja el puente de Saldoiriña medio derruido y con un gran tapón de árboles

Semanas después de la crecida, el paso sigue vedado a vecinos y atorado el remonte de peces ► El cableado telefónico está tirado sobre el río, que gestiona la Confederación del Cantábrico
Árboles arrastrados por el río. DV
photo_camera Árboles arrastrados por el río. DV

Dos años después de la crecida que destrozó el puente de Saldoiriña, en el Eo, el paso que también comunica la parroquia de Saldoiriña y une la N-640 con la antigua senda del tren minero vuelve a estar atorado de árboles y roto en uno de sus extremos.

Siempre ha entrado dentro de lo previsible que este simple puente sea sobrepasado por el nivel invernal del río pero es inusual y hasta peligroso -como lo describió recientemente el alcalde de A Pontenova, Darío Campos-, que dicho punto pueda llegar a represar una gran cantidad de agua debido a la acumulación de troncos y material vegetal de las riberas sin limpiar.

Semanas después de las tormentas que provocaron la importante crecida, el puente sigue cubierto de toneladas de madera, impracticable para los pocos vecinos de Matela, Saldoiriña o Ervelle que se ven obligados a dar un rodeo para llegar a sus casas. El cauce ya discurre bajo el puente pero los daños posiblemente afecten a grandes peces que busquen el remonte pues van a encontrar muchas dificultades en la construcción, en parte derruida en el margen que da al acceso hacia la carretera general.

Esta vez, además, la acumulación de árboles rotos o arrastrados desde el cauce superior ha generado tal embudo y derivación de aguas que hasta ha destrozado parte de los accesos en ambos extremos del puente, socavando metros de asfalto, derribando árboles y llevándose por delante parte del tendido telefónico. Este lunes podía verse parte del cableado sumergido y con dos postes del lado de la vía minera que están seccionados por la base y colgando.

El tapón de árboles en A Pontenova afecta a la fauna de un río con gran merma en la pesca del salmón: 117 en 2007 y solo 29 este año

Esta vez va a necesitar una reconstrucción más importante si cabe que la anterior tras la crecida de diciembre del 2017, cuando el CIT pontenovés ya alertó del problema que allí se generaba. La mayor parte de la vegetación que se acumula son árboles de ribera que, o no se retiran cuando caen, o no dan permiso para talarlos.

Todavía se recuerdan en el río "pontellas" de madera que daban servicio en algunos puntos del Eo y eran fácilmente reparables tras las avenidas pero el abandono que muchos pescadores observan en el río ha terminado por complicar el estado de este u otros puentes de fábrica como el de O Cairo, situado río abajo, donde también se notan los daños por el tráfico y maquinaria pesada. El de Saldoiriña no tiene pasarelas pero las de O Cairo están totalmente destrozadas.

Esta zona del cauce en término de A Pontenova suele recibir la visita de los vigilantes de Medio Ambiente de la Xunta pero las competencias sobre la gestión del Eo corresponden a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente. Pese a los intentos por permeabilizar el río para los peces, derribando obstáculos como la actuación prevista en la presa de Pé de Viña, el Eo vuelve a padecer otro atasco, tras la contaminación de purines en Vegadeo ocurrida en agosto pasado.

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