Pesar en San Cibrao por el hallazgo sin vida del hombre de 35 años desaparecido

Trabajaba en Alcoa y era un amante de los animales ► Será enterrado en Abadín este viernes
La finca en la que apareció el hombre de 35 años en San Cibrao. ANTÍA
photo_camera La finca en la que apareció el hombre de 35 años en San Cibrao. ANTÍA

Pasaban diez minutos del mediodía cuando un grito desgarrador alertaba del hallazgo sin vida de José López Ferreiros, de 35 años de edad. Una mujer de la familia hallaba su cuerpo en una finca próxima a la casa en que residía, el número 14 de la calle Atalaia de San Cibrao (Cervo), un solar al que no llegaron a entrar en días pasados al pensar que no habría accedido al mismo. Fuentes municipales confirmaron a Europa Press que el fallecido era trabajador de Alcoa.

La desesperación invadió al momento a familiares y amigos que se encontraban delante de la vivienda y corrieron hasta la parcela en estado de abandono. La tensión hacía saltar las lágrimas reprimidas entre los más allegados, quienes permanecieron en el lugar, al que también se acercaron vecinos. El operativo para localizarle comenzó el martes por la tarde cuando la familia ratificó la denuncia de su desaparición. Guardia Civil y el GES de Cervo comenzaron a buscarlo, al igual que familiares y vecinos por el entorno de A Atalaia. Le echaron en falta el lunes cuando no acudió a su trabajo en Alcoa y extrañó que hubiese dejado la puerta de la vivienda abierta, la televisión encendida, su cartera, el móvil y, sobre todo, la gorra que utilizaba a diario, que quedó sobre una mesa.

El dispositivo se intensificó este miércoles or la mañana con la llegada de un helicóptero de la Benemérita y la salida de la moto de agua del GES cervense, pero apenas dio tiempo a que saliesen los medios desplazados ya que al poco aparecía su cuerpo sin vida. La Policía Judicial de la Guardia Civil accedió al solar para inspeccionarlo y recabar pruebas antes de la llegada del forense que certificó el óbito, cuyas circunstancias exactas desvelará la autopsia, razón por la que fue trasladado a Lugo.

El fallecido residía solo en la zona de Porto de Arriba, deja dos hermanas y varios primos. Unos amigos le dejaron cerca de su domicilio hacia las seis de la mañana del lunes tras una noche de fiesta y después se desconoce qué pudo pasar con precisión. Era amante de los animales, tenía varios caballos de montura en una parcela de Cuíña que desde que faltó le cuidan sus primos, pues acudieron a verlos por si hubiese pasado por allí. Además poseía varios perros y gatos.

El cadáver del joven sancibrense será trasladado al tanatorio del polígono de Cuíña de Funerarias de Burela, que será la encargada de efectuar la conducción hasta la parroquia de Quenlle, en Abadín, donde será el entierro este viernes a las cinco de la tarde.

Comentarios