Emotivo homenaje a Benjamín González, el "gran desconocido" que fue 30 años párroco de Burela

Diversas personas hablaron de la faceta social, educativa y literaria del cura, fallecido en mayo del pasado año

Homenaje en Burela a Benjamín González Quelle. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera Homenaje en Burela a Benjamín González Quelle. JOSÉ Mª ÁLVEZ

Numerosos vecinos asistieron este viernes al homenaje que el Concello burelés rindió a Benjamín González Quelle, párroco de Burela desde 1959 y durante cerca de treinta años y que falleció el pasado mayo. Un acto que "consideramos importante facer para recordar a súa figura e a súa traxectoria na localidade", recordó el concejal de cultura, José Díaz, encargado de abrir las intervenciones. Otras personas que lo conocieron glosaron la faceta social, educativa, literaria y religiosa del que definieron como "el gran desconocido" por su carácter tímido.

"Fillo, ti dis unha e outra te quedas", confesó el sacerdote José Miguélez que le dijo un día a Benjamín su madre Manuela. Una frase que resume bien ese carácter discreto que le acompañó toda su vida, "unha carencia comunicativa que sustituíu pola afectividade", pero que no estaba reñido "cun forte pronto", asevera el que fuera su amigo y compañero durante nueve años en el arzobispado y el encargado de leer en su funeral uno de los muchísimos poemas que escribió.

"Tiña moitos e moi bos, era un gran poeta", contó Miguélez, quien explicó que en la escritura podía volcar todos sus sentimientos. "Era a súa maneira de reciclar", cuenta.

De su faceta literaria, Díaz reseñó su "calidade, tanto en prosa como en verso, textos escritos de maneira áxil, clara, descriptiva e metafórica, non exentas de ironía e realismo social".

González Quelle escribió su primera obra a los 67 años y escribió un total de siete libros, uno de ellos sobre sus vivencias como cronista de Burela, una labor que desempeñó con placer, pues como él mismo explicaba en un vídeo grabado por su hermano Reinaldo durante un homenaje "Burela fue mi novia, mi esposa, mi hogar".

Un lugar al que fue destinado siete años después de ser oficiado sacerdote en Barcelona en el año 1952, tras otros cuatro destinos previos. Nació en Viveiro en 1927 y cuando ingresó en el Seminario de Mondoñedo tenía claro que lo que quería era estudiar, pero terminó queriéndose ser cura.

"Las enseñanzas que recibió en esa época", recordó el actual párroco burelés, Jesús Álvarez Piñón, "fueron muy estrictas y tuvo que desaprender para acercar el pueblo a los pies de Jesús".

Las intervenciones se intercalaron con imágenes del homenajeado en una pantalla mientras tocaba en directo el grupo de cámara de la escuela de música local.

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