El menú de...

En la élite de los cachopos

El restaurante Rías Altas de Barreiros trabaja con productos locales y frescos para mimar a un cliente cada vez más exigente
Tamara Rubiños (izquierda), en el hotel restaurante Rías Altas junto a una empleada. ÁLVEZ
photo_camera Tamara Rubiños (izquierda), en el hotel restaurante Rías Altas junto a una empleada. ÁLVEZ

El premio al mejor cachopo de España, que consiguió el hotel restaurante Rías Altas de Barreiros en 2021, ha convertido a este establecimiento en un lugar de peregrinación para degustar este plato. Más del 90% de la gente que acude al local prueba este delicioso bocado.

Detrás de este éxito está Tamara Rubiños Varela, que sigue la estirpe de la familia. Sus padres abrieron el local en 1994 pero en el año 2020, tras dos años y medio de remodelación, abrieron el nuevo Rías Altas que, además de restaurante, cuenta con 15 habitaciones. "Siempre estuve vinculada, siempre ayudé, menos cuando me fui a estudiar fuera, pero al ser hija única, al final cogí las riendas", dice Rubiños.

El hotel apoya al restaurante, ya que es muy utilizado fuera de la época estival por comerciales y viajantes, que agradecen que el propio hotel tenga un restaurante para cenar. En verano, en cambio, se nutre de los turistas, donde está prácticamente lleno desde julio hasta mitad de septiembre.

En el restaurante Rías Altas no se trabaja el menú del día, solo la carta. Prefieren no masificar el local y tener las mesas bien atendidas, sin aglomeraciones. Además, siempre apoyan sus platos con producto local, de calidad, y fresco.

Respecto al cliente tipo, Rubiños asegura que se acerca "mucha población local que se junta para alguna celebración y muchos de los que prueban repiten", dice. "En verano ya tiramos bastante del cliente vacacional, y la verdad es que desde que nos dieron el premio tiene mucho tirón el cachopo", asegura.

Pero no solo tiene tirón el cachopo entre los comensales del Rías Altas, también tiene mucha salida la tempura de verduras, como entrante, con verduras frescas que se cortan en el momento y una tosta que se sirve como entrante que lleva crema de pistaño con miel, un queso semicurado y uva. En su cocina trabajan muy bien las tablas de quesos gallegos (surtidos desde Casa Chao, en Viveiro) y el embutido de cerdo celta. "Buscamos apoyar los platos de razas autóctonas y de productos locales, sin que eso signifique que no podamos tener otros", explica Rubiños.

Tras dos años con un horario muy amplio, desde julio han optado por abrir entre la una y media y las cuatro de la tarde para el servicio de restaurante, aunque durante ese tiempo también ponen vinos y cervezas, y por la noche desde las ocho y media a cierre. "Este horario, en principio, viene para quedarse", asegura la propietaria del establecimiento barreirense.

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