Los ecologistas de Asturias se oponen a que Gondán haga dos naves junto a la ría

El astillero quiere ampliar sus instalaciones actuales pero los colectivos creen que tal y como se planea se daña el ecosistema de la ría
Los ecologistas de Asturias se oponen a que Gondán haga dos naves junto a la ría. AMA
photo_camera Los ecologistas de Asturias se oponen a que Gondán haga dos naves junto a la ría. AMA

La empresa Astilleros Gondán presentó ante el Ayuntamiento de Castropol una consulta para realizar una modificación en el planteamiennto urbanístico con el fin de poder construir dos naves en las inmediaciones de sus instalaciones en la localidad de Figueras. Su propuesta encontrará la oposición de la Coordinadora Ecologista de Asturias, que agrupa a diversos colectivos y considera que esto supondrá problemas para el ecosistema del estuario sin necesidad, pues sostienen que dichas naves podrían construirse en otra parte.

Para el portavoz de la coordinadora ecologista, Fructuoso Pontigo, no se entiende que se quiera construir una ampliación de esas instalaciones de tipo industrial porque "resulta evidente que el proyecto de ampliar una actividad industrial en una zona rodeada de vivienda tiene un severo impacto para los colindantes, que vienen quejándose desde hace años de los ruidos, de la contaminación que genera la actividad, de la falta de aparcamiento o de los problemas que genera la carga y descarga de materiales". Añade que "también es problemático para la ría, que tiene todas las protecciones nacionales y mundiales".

El gobierno municipal de Castropol, presidido por el socialista Quico Vinjoy, ya autorizó la construcción de esas naves a Astilleros Gondán, una empresa que en la actualidad genera una gran cantidad de puestos de trabajo tanto en el propio municipio como en los colindantes, particularmente en Ribadeo.

Pero a este respecto, desde la Coordinadora Ecologista de Asturias indican que "resulta evidente que la actuación administrativa ha sido arbitraria, limitándose a aceptar sin más la solicitud de una empresa en su único y exclusivo beneficio, sin tener en cuenta la existencia de otras opciones dentro del municipio para atender a las necesidades que plantea la empresa, cuando la propia firma posee en el polígono de Barres espacio para crecer en un entorno industrial sin viviendas a los lados".

REGULACIÓN. Fructuoso Pontigo considera que sería necesario regirse por el decreto 2414/1961 de 30 de noviembre por el que se aprueba el reglamento de actividades molestas, insalubres, nocivas y peligrosas, al desarrollar Astilleros Gondán una actividad clasificada como molesta "ya que producen una incomodidad por los ruidos o vibraciones que produzcan o por los humos, gases, olores, nieblas, polvos en suspensión o sustancias que eliminen", y peligrosa "porque se califica así a las que tengan por objeto fabricar, manipular, expender o almacenar productos susceptibles de originar riesgos graves por explosiones, combustiones, radiaciones u otros de análoga importancia para las personas o los bienes" y entienden que este es el caso.

"Según esta norma", continúa Pontigo, "con carácter general, una empresa de este tipo no podría emplazarse a menos de 2.000 metros del núcleo más próximo de población agrupada, y en todo caso, para su funcionamiento debería dotarse de los elementos correctores necesarios para evitar molestias al vecindario".

CONTAMINACIÓN. La coordinadora dice que en el caso del astillero de Figueras, si en algún momento existieron esos elementos, "con el tiempo se han vuelto completamente ineficaces. No es necesario realizar ningún estudio, pues la contaminación generada por Astilleros Gondán se aprecia a simple vista: fachadas, coches y lanchas completamente cubiertos por la pintura con la que se pintan los barcos. O llenos de polvo de hierro cuando se chorrean. Si esas sustancias cubren las superficies, también llegan a la ría y son respiradas por los vecinos, y a pesar de las denuncias y quejas, la empresa no hace nada por evitarlo".

A todo ello añaden que en este caso va ser muy importante valorar además el impacto visual en la playa de San Román y en la ría al construirse "naves elevadas al mismo borde del mar" con el correspondiente impacto en este espacio natural que, recuerdan, "es una reserva reconocida internacionalmente que se va a ver muy afectada" y citan su carácter de reserva de aves o humedal protegido en el convenio de Ramsar.

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