La Coordinadora Ecologista de Asturias continúa sin aprobar el proyecto de explotación de la mina de oro de Salave, en el municipio asturiano de Tapia de Casariego donde se esconden 31 toneladas de oro como mínimo. Eso pese a las explicaciones ofrecidas hace unos días por un de los responsables de Exploraciones Mineras del Cantábrico. Los ecologistas consideran que el proyecto debe ser retirado y archivado. En este momento se encuentra en un punto de tramitación de aprobación ambiental que, si supera, dará lugar a la presentación del proyecto definitivo.
Pero desde este colectivo que agrupa a distintos grupos ecologistas consideran que todas las indicaciones realizadas por la empresa no corrigen ninguno de los temores que ellos expusieron en las alegaciones que presentaron y reseñan incluso una oposición de base, que es al proyecto de la minería extractiva en sí misma.
Los problemas de zonas mineras como Belmonte les convencen de su posición
Entienden que acaba por generar a la larga mayores problemas de los beneficios que pudo generar en su momento. Esto lo indican, por ejemplo, mirando a otras zonas de Asturias en las que se realizaron proyectos parecidos y que consideran que ahora están muy deprimidas, como Belmonte.
En el caso de Tapia, continúan manteniendo sus dudas sobre numerosas cuestiones técnicas como el tratamiento del arsénico en el que se encuentra el oro. A este respecto, desde Exploraciones Mineras del Cantábrico aclararon desde un principio que ese trabajo no se desarrollará en la zona de la mina, sino que se llevará a otra parte donde ese proceso se desarrollará con mayor seguridad.
También temen por la economía tradicional de la zona, el resultado final una vez la mina acabe su vida útil y las repercusiones en la economía tradicional de la zona como, por ejemplo, la de los pescadores.
