Vecinos del barrio vivariense de Xunqueira y la cofradía de Valdeflores alertaron este miércoles de que un camión de mudanzas y un par de furgones llegaron al atrio del convento dominico que regía la Orden de Predicadores en Viveiro para llevarse mobiliario, obras de arte –cuadros–, imágenes de santos, entre las que figuran el Santo Domingo que acompañaba a la Virgen en procesión en las fiestas y también otro de piedra de la Edad Media que procedía del antiguo convento de Santo Domingo; cálices, vestimentas litúrgicas y ornato variado, así como diverso contenido de la biblioteca además del Lignunm Crucis entregado por la beata Constanza de Castro, precisa la cofradía, que asegura desconocer lo que ocurrió con el archivo del monasterio.
Dicha entidad considera los hechos como "insulto gravísimo y desprecio despótico, tanto por la orden como por el clero local", dado que los trabajadores de la empresa estuvieron acompañados en todo momento por dos sacerdotes del municipio, uno de ellos es responsable de Patrimonio designado por el Obispado, quien supervisó que únicamente se llevasen objetos que pertenecen a la orden religiosa. Esta decidió el depósito en otro monasterio que rige en Santiago para garantizar su seguridad y preservarlos ante posibles robos o daños.
La cofradía agradece a la Policía Local que se personase movilizada por la alcaldesa al ser requerida por el vecindario. Algunos clamaron contra el traslado de los elementos, parte de ellos procedentes de donaciones, expresando su indignación a los transportistas y a los curas, pero los primeros presentaron documentos de propiedad y un permiso de traslado.
Representantes de la asociación vecinal califican de "despropósito" lo ocurrido, porque "para calquera modificación, Patrimonio pon pegas por todas partes e resulta que aquí levanse dun BIC (Bien de Interés Cultura) doacións feitas polo vecindario sen ter en conta que son de todos, non só dos seglares". Por ello reclamaron la intervención de la Xunta, que invirtió doce millones de euros en restaurar el monasterio, pero desconocían que la operación se hacía con autorización de Patrimonio Cultural, que permite el traslado de dicho patrimonio siempre que no salga de la comunidad autónoma.
Fuentes eclesiásticas indicaron a este diario que la orden religiosa es la legítima titular y custodia de dichos elementos, añadiendo que todo se hizo respetando la ley.