El doble avance del Burela FSF

Las jugadoras creen que la aplicación del convenio colectivo del club, pionero en el deporte femenino español y que ha puesto al cuadro mariñano en primera plana a nivel nacional, supone un paso hacia la igualdad y al profesionalismo

La plantilla del Pescados Rubén Burela FSF junto a la vicepresidenta Cesarina Fanego
photo_camera La plantilla del Pescados Rubén Burela FSF, junto a la vicepresidenta, Cesarina Fanego. AMA

‘Los lentos pasos que nos han traído hasta aquí’ es una novela de Juan Marchán, pero su título bien podría aplicarse al avance lento pero continuo del Pescados Rubén Burela FSF por la igualdad entre sus dos equipos, el masculino y el femenino, y, sobre todo, por el camino hacia el profesinalismo de la sección femenina. La repercusión mediática a nivel nacional que está teniendo la aplicación de un convenio colectivo (sobre todo el hecho de que se garantice el contrato en caso de embarazo de las jugadoras) convierte al club en un pionero en este tipo de iniciativas, pero puede invitar a pensar a los menos aficionados que es una medida aislada. Nada más lejos de la realidad.

Tanto a nivel deportivo como social, desde la fundación del equipo femenino del Pescados Rubén Burela FS han sido muchos los avances para que las jugadoras puedan considerar como un trabajo su pertenencia al club mariñano y el toque empresarial de Pescados Rubén también tiene mucho que ver en ello. 

"Tenemos la impresión de estar viviendo un cambio importante, aunque nosotras ya teníamos un contrato laboral y derecho a la seguridad social, pero está claro que este convenio supone un avance más que relevante hacia el profesionalismo y la adquisición de derechos laborales", afirma Jozi, que, junto a Bea Mateos, fueron las encargadas de negociar el convenio con el club burelés, acompañadas y asesoradas por la Asociación de Jugadoras de Fútbol Sala Femenino (AJFSF).

"La iniciativa partió del club, al que le estamos muy agradecidas, pero forma parte también de una serie de reivindicaciones que llevamos haciendo las jugadoras para poder tener mayor seguridad en nuestra pasión, que también es nuestra profesión, y para compatibilizar la vida privada con el fútbol sala", señala Bea Mateos.

"Hemos ido adquiriendo derechos poco a poco porque llevamos años luchando por ellos, pero no los hubiéramos conseguido estando en otra entidad", afirma con seguridad Jozi, una opinión que comparte al ciento por ciento su compañera. "Nos sentimos unas privilegiadas de poder formar parte de este club y de los avances que se están viendo, que además ahora parece que son mucho más rápidos de lo que hace algunos años podríamos soñar", añade Bea Mateos.

Aunque el punto más mediático tiene que ver con la garantía del contrato ante un posible embarazo, Jozi cree que es solo la punta del iceberg de un convenio que "sobre todo nos da seguridad" a nivel laboral. "Teníamos ya un contrato laboral con derecho a seguridad social, pero ahora podremos disfrutar por vez primera de vacaciones pagadas, además de las garantías propias de un contrato, vamos a ser trabajadoras, formando parte de una empresa en el sentido más amplio de la palabra, con nuestros derechos y deberes y con un sueldo base por debajo del que nadie va a estar", aseguró Jozi.

Las jugadoras hacen mayor hincapié en la cuestión del profesionalismo que en el de la igualdad, aunque también reconocen que la "presión social" influye mucho en lo que se refiere a equiparar el deporte femenino con el masculino. "En el Burela FS siempre nos hemos sentido valoradas, pero en los últimos años incluso notamos una mayor equiparación y cada vez hacemos más cosas juntos, con los chicos. Cada uno pelea por sus derechos y todos tenemos suerte de pertenecer a un club ejemplar", señalan.

Tanto Bea Mateos como Jozi creen que la apuesta del Burela puede tener repercusión en otros clubes de la máxima categoría, aunque saben que las circunstancias son diferentes en cada entidad.

"El fútbol sala femenino se está moviendo hace tiempo y hay que celebrar cada pequeña victoria como un logro, aunque somos conscientes de que queda mucho por conseguir y que no es un proceso rápido, ya que exige casi una transformación de la misma sociedad. El impacto que ha tenido esta noticia hará que, por lo menos, exista la posibilidad de que otros clubes se planteen la posibilidad de ir acercándose al profesionalismo, y eso ya es un logro", afirma Jozi, mientras que Bea añade que "hace dos meses parecía todo mucho más lejos y ahora se ven las cosas desde otra perspectiva, supongo que algunos clubes notarán mayor presión y analizarán las ventajas que pueden tener tratando a sus jugadoras como profesionales".

CESARINA FANEGO. Las jugadoras del Pescados Rubén Burela FSF tienen a una gran valedora en la directiva del club naranja. Se trata de la vicepresidenta del club y cofundadora de la empresa Pescados Rubén, Cesarina Fanego, que lleva ya más de un año en la junta, aunque desde mucho antes da todo su apoyo y cariño a las integrantes del equipo femenino. "Sabemos que está siempre apoyándonos y presionando al resto para que se escuchen nuestras peticiones. Sentimos que no es solo el apoyo institucional, sino también el cariño con el que nos trata y por
esto le estamos tan agradecidas", comentan las jugadoras.

Ambas coinciden también en que el Burela FS es cada vez un reclamo mayor para cualquier jugadora y no solo por los éxitos deportivos, sino por los avances sociales en el club. "Si me planteo poder vivir del fútbol sala y tener seguridad laboral tendría pocas dudas al sitio que tengo que ir", señala Bea Mateos, una opinión que comparte Jozi al ciento por ciento. "Creo que el Burela FS es un club cada vez más atractivo para el mercado, sobre todo si quieren ser una profesional del fútbol sala", asegura la brasileña.

La entrada de la Fifa y de la UEFA en las competiciones de selecciones supone también una noticia de gran alcance para dar visibilidad al fútbol sala femenino. "Estamos hablando de competiciones oficiales de la Fifa o la UEFA, algo que parecía casi utópico hace poco tiempo y que es otro gran avance", señalan.
 

Comentarios