La directora del centro San Aníbal destaca el buen comportamiento de los chicos

Martina Sendino hace hincapié en la importancia de mantener la actividad y una rutina
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photo_camera Martina Sendino. JOSÉ Mª ÁLVEZ

Estos días de confinamiento no están resultando sencillos para nadie, pero en el centro de menores San Aníbal de Burela se mantienen activos durante todo el día para llevarlos un poco mejor. "Los chicos son un modelo y a pesar de que la mayoría están en una edad complicada, no está habiendo ningún problema", asegura la directora del centro, la hermana Martina Sendino, de las Hijas del Divino Celo-Rogacionistas. En estos momentos el centro acoge a diez niños, uno de 11 años y el resto entre los 16 y los 18, que mantienen una rutina diaria.

Así, según explica la hermana Sendino, por la mañana siguen estudiando con la ayuda de tres educadores; después de comer disponen de tiempo libre y pueden hablar con sus familias y por la tarde se dedican a hacer deporte. "Tenemos una pista de deporte desde hace poco y en estos momentos nos está viniendo muy bien para que los chicos hagan deporte y también tienen el jardín», explica Sendino y subraya que esta situación la afrontan «con preocupación, pero sin temor y con la suerte de tener mucho espacio".

El buen comportamiento de los menores, también tiene recompensas y la hermana reconoce que se les conceden algunos caprichos. "Estos días también nos dejan momentos emotivos", explica la religiosa, "en el cumpleaños del más pequeño, sus compañeros del equipo de fútbol sala le enviaron una felicitación y también sus compañeros del colegio y la tutora, y fue algo muy bonito que da muestra de los recursos que sacamos ante estas situaciones difíciles". En el centro se suman a los aplausos de las ocho de la tarde y ponen una canción "para animar también un poco a los vecinos de esta zona".

En la tercera planta del centro también se encuentran confinadas en espacios diferentes una familia de cuatro miembros y una madre con su bebé. "A ellos también les proporcionamos todo nosotras para que no salgan a la calle, aunque normalmente tienen más independencia, pero en estos momentos ejercemos más control", añade.

A pesar de las circunstancias, desde el centro tampoco se olvidan de los niños que atienden en su centro de día y que estos días no acuden a su actividad diaria. "Estamos haciendo un seguimiento académico de las 26 familias usuarias facilitándoles los materiales escolares y los trabajos que nos envían desde los colegios", explica Sendino. Además, en coordinación con los servicios sociales de Burela, Foz y Ribadeo hacen el seguimiento de treinta familias para prestarles ayuda económica con la que afrontar gastos de alimentación e higiene. "En esta atención llevamos invertidos 4.950 euros repartidos en vales para diferentes supermercados", afirma la hermana y destaca también el apoyo social y psicológico.

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