La difícil misión de encontrar camareros en A Mariña

Con la llegada del verano se multiplican los anuncios en las redes sociales de ofertas de trabajo para locales hosteleros. Tres conocidos empresarios del sector nos cuentan los problemas que tienen que sortear en estas fechas a la hora de busca empleados

Burelo, en el restaurante Casa Damián de Foz. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera Burelo, en el restaurante Casa Damián de Foz. JOSÉ Mª ÁLVEZ

LOS DATOS, en ocasiones, no reflejan la realidad. Esconden problemas que este son muy visibles con solo echar una mirada en las redes sociales. ¿Cuántas ofertas de trabajo para camarero o cocinero se publican en estos días? El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó que en el primer trimestre de 2019 había en España más de 3.300.000 desempleados. En cambio, los hosteleros locales tienen verdaderas dificultades para encontrar trabajadores. ¿Por qué? ¿Son las jornadas agotadoras? ¿Son los sueldos bajos? ¿Es el último recurso al que recurre la gente que no encuentra trabajo en otros sectores?

Recurrimos para dar luz sobre el tema a tres hosteleros mariñanos con un gran volumen de trabajadores. Antonio Castro Fernández, al que todos conocen en Foz como Burelo, tiene tres locales en Foz: La Funcional, Casa Damián y O Lar, por orden cronológico de apertura. "Entre los tres locales tengo sobre 20 o 21 fijos durante todo el año y en verano tenemos que llegar a 35", explica. "Es muy difícil encontrar gente, de hecho ahora mismo no los tengo todos", comenta.

"Es muy difícilencontrar gente ahora para el verano, de hecho, yo aún no los tengo todos todavía"

Para Burelo, además de ser difícil encontrar gente para trabajar en hostelería, lo es más todavía "que estén formados, camareros cualificados; hace unos años, en la época de crisis, teníamos que deshacernos de gente buenísima, porque no tenías sitio para ellos, y hoy... mira", señala.

"Mis trabajadores en julio y agosto solo libran una tarde a la semana; yo llevo así desde los 14 y estoy vivo"

Pepe Fernández es el propietario de O Asador, en Barreiros, uno de los restaurantes que más comidas da en toda A Mariña y que también es muy utilizado por la gente de paso, debido a su buena ubicación y fama. "Nosotros tenemos unas 20 personas en plantilla durante todo el año y en verano cubrimos con extras, y algunos fines de semana podemos tener hasta 42 personas, como este pasado fin de semana, con las comuniones", explica.

"La media que pueden ganar mis empleados es de 1.300 euros al mes, luego aparte de vacaciones de un mes y pagas extras"

Para contratar a ese personal extra Fernández trabaja con "un equipo de gente con los que llevamos diez años; lo que si es verdad es que dentro de ese grupo antes eran 10 ó 15, y unos lo van dejando por jubilación, otros porque encuentran otra cosa, y el caso es que les es difícil reponer a los que se marchan", argumenta.

"Yo sé de gente a la que llamaron para trabajar porque están en el paro y dicen que no porque no les interesa"

Aún así, Fernández no cree que el problema a la hora de buscar empleados se circunscriba solo a la hostelería, sino que también lo ve en otros sectores. "No creo que solo sea un problema nuestro, yo veo que hay pintores que necesitan gente y no encuentran, o para limpiar cristales, o en la construcción", dice.

Otro de los hosteleros que cuenta con varios locales es José Manuel Vázquez, "Leman". Regente los locales As Tixolas, La Dékada y Galipizza en Viveiro. "Esto va por rachas. En la cocina ahora tengo overbooking, mientras que tengo problemas para encontrar camareros", dice. "La ventaja que tengo yo es que no tengo inconveniente en enseñar, soy como una escuela de hostelería, y lo malo es que cuando aprenden se marchan".

"Cuando mis empleados hacen horas de más les doy días libres, porque muchos son de fuera"

Leman tiene entre los tres locales unos 45 empleados pero en verano suben a otros diez más. "Lo primero que intento es contratar a gente por tres meses, del 15 de junio al 15 de septiembre, y si no llego pues lo cubro con extras, pero es complicado", puntualiza.

"La ventaja que tengo a la hora de encontrar camareros es que les enseño, soy como una escuela de hostelería"

Si bien el propietario de O Asador tiene ya una manera de buscar empleados, ¿cómo lo hace el resto? "Yo de momento funciono por el boca a boca. Un camarero conoce a alguien que busca trabajo, o un cliente que también sabe de alguien; todavía no puse anuncios, pero este año estuve pensando en ponerlos", dice Burelo. Leman tiene la ventaja de que busca gente sin experiencia, lo que le abre mucho más el abanico. En el caso de no conseguir lo necesario, recurre a los extras, como Fernández.

LOS SUELDOS. Los sueldos bajos son una losa con la que cargan los empresarios hosteleros, pero juzguen ustedes después de conocer las condiciones. Leman señala que "en mis negocios, los ayudantes de cocina cobran unos 1.100 euros netos y los camareros no llegan a los 1.200", explica. Burelo, en Foz, dice que con las horas extras pagadas "en mis locales no hay ningún camarero que no se saque en verano menos de 1.500 euros y alguno pasa de los 2.000", añade, aunque reconoce que el sueldo base está "sobre los mil euros". Pepe Fernández es uno de los hosteleros conocidos por pagar bien en O Asador. "La media puede ser de que ganen unos 1.300 euros, pero las vacaciones y las pagas extras no están incluidas, que eso es algo muy comentado, porque cuando les digo a los empleados que tienen un mes de vacaciones no lo creen", comenta.

LOS HORARIOS. Si los sueldos son un factor clave, otro es el de los horarios, por muchos tildados de abusivos. "Antes hacían un montón de horas, es verdad, pero ahora tienen su día libre y sus turnos de mañana y de tarde", apunta Fernández desde Barreiros. Leman ofrece a sus trabajadores días libres por las horas que hacen de más durante el verano. "Yo tengo mucho trabajador de Santo Domingo, y lo que hago es que si trabajan horas de más les doy días. Así, cuando tienen un mes de vacaciones, a lo mejor tienen otros días diez de más por las horas trabajadas para irse a su país", explica. "O viene un domingo con mal tiempo que se ve que no hay mucha gente, y si a alguien le debes cuatro horas pues le dices que se vaya", añade el empresario hostelero.

Burelo reconoce que durante los meses de julio y agosto sus trabajadores solo libran una tarde a la semana, y nunca en fin de semana. "Yo llevo así desde los 14 años y estoy vivo", argumenta. "Sé que es complicado para conciliar la vida laboral y familiar, por eso también tengo a gente a media jornada, como una chica que me viene de 11.00 a 15.00 horas, por ejemplo u otra que solo viene a limpiar por las mañanas durante cuatro horas", explica.

SECTOR EN CRECIMIENTO. Las circunstancias han cambiado mucho. A Mariña ha crecido notablemente en el último lustro en lo que respecta al sector turístico. Cada vez hay más visitantes en la Costa de Lugo. Hace años, también había en España el doble de parados, como en 2013, donde se sobrepasaron los seis millones. "Hubo tres o cuatro años que con la crisis siempre venían los mismos camareros todos los veranos, porque no encontraban otra cosa, pero ahora hay más trabajo y cambian todos los años", dice.

Pepe Fernández no entiende como dicen que en España hay más de tres millones de parados. "Es un tema complicado de entender y yo creo que las medidas que se toman son erróneas", dice, y se explica. "Yo creo que hay gente que no quiere trabajar. Un señor que tiene 52 años, que están cotizando por él, que cobra 400 o 500 euros y el resto son chapuzas que cobra en B y sale con un buen sueldo", argumenta, y añade. "Yo sé de gente a la que llamaron para trabajar que está en el paro y dicen que no les interesa; pienso que en España el 20% de la gente está trabajando ilegalmente y otros muchos no tienen ganas de trabajar", apunta.

NUEVOS HOTELES. La apertura de nuevos hoteles en los últimos años, como el Urban en VIveiro o, más recientemente, el Oca Hotel en Foz, atraen también a más turistas y visitantes a la comarca lucense. "A nosotros nos da movimiento porque ya nos han mandado a gente a comer del hotel. Unos vendrán a comer a un restaurante, otros comprarán un regalo en el pueblo... algo van a dejar siempre", dice Burelo. En Foz también hay otra característica especial, y es el gran número de segundas viviendas que tiene esta localidad marinera. "Antes la gente venía de alquiler una semana o quince días y se iban. Ahora, con la compra de segunda vivienda, primero vienen los padres, luego viene un hijo con la novia, etc.", afirma el hostelero mariñano.

CARAVANISTAS. Aunque algunos ven como algo negativo la presencia de autocaravanas en localidades como Viveiro, Barreiros o Foz, Burelo también lo ve de una manera positiva. "Si hay 40 autocaravanas es como si hubiera un edificio con 40 pisos, unos irán a la compra, otros al bar, otros tendrán una bicicleta e irán al taller a arreglarla", apunta. "Pero en el fondo todo el que pasa por aquí consume, más o menos, unas cosas u otras, algo siempre dejan", concluye.

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