Destellos y sombras del oro de Tapia

La fiebre del oro no acaba de afectarle a todo Tapia de Casariego. Allí, bajo unos lagos surgidos de una explotación aurífera romana, hay enterrado un auténtico dineral de ese mineral hipnótico. Pero la empresa que quiere extraerlo no consigue enterrar la oposición a un proyecto siempre polémico
Uno de los enclaves de la mina.AMA
photo_camera Uno de los enclaves de la mina.AMA

¿POR QUÉ no iba a querer alguien toneladas y toneladas de oro? Pues por alguna razón en Tapia de Casariego, a diez kilómetros escasos de Ribadeo adentrándose en Asturias, la idea no acaba de hacerles ninguna gracia. O no a todos. Va para dos décadas que una empresa minera comenzó a sondear el subsuelo en una zona en la que ya se sabía que hace milenios rascabas un poco y salía oro. Los romanos lo hicieron mucho y bien. Y con toda seguridad los celtas antes que ellos. Pero no pudieron llevárselo todo. Los cálculos que se hicieron en el primer intento de hacer una mina en la localidad de Salave determinaron que el subsuelo de ese entorno albergaba el mayor depósito de oro de toda Europa Occidental. Pero allí sigue.

La primera empresa que intentó extraer ese mineral se llamó Astur Gold, en una declaración de principios muy llamativa. Actuaron de forma bastante torpe en lo que se refiere a sortear la oposición que el proyecto pudiera encontrar y lo fiaron todo a un único punto: crearían muchos puestos de trabajo en plena crisis del 2008. Pero presentaron algún proyecto simplemente burdo que aunque luego fueron corrigiendo les generó una imagen y una fama que ya nunca fueron capaces de remontar.

El proyecto de Astur Gold se quedó fuera de juego y durante unos pocos años parecía que todo había acabado. Pero de repente los vecinos de esa zona se encontraron de un día para otro con unas máquinas que muchos recordaban perfectamente: eran las que realizaban los sondeos para tratar de establecer cuánto oro y en qué zonas hay en el subsuelo. Fue así como se enteraron de que la lucha iba a tener que continuar, por pura observación. Nadie les había comunicado nada en absoluto.

APRENDIZAJE. La oposición a la mina de Salave no está formada por cuatro vecinos bienintencionados pero poco duchos en el arte de la protesta. Al contrario. Es tan amplia que la conforman multitud de colectivos algunos de los cuales están muy acostumbrados a este tipo de peleas y cuentan en sus filas con personas bien formadas, que entienden tanto de minería como de funcionamiento de la administración o de derecho, así que enseguida retomaron las protestas donde las habían dejado.

Al hacerlo se enteraron de que la empresa que quería extraer ahora el oro de Salave se llama Black Dragon. Y a ese nombre le superpusieron otro mucho menos agresivo, Explotaciones Mineras del Cantábrico.

Eso que puede parecer una nimiedad no es ninguna tontería. La gente que ahora se encarga de Black Dragon, encabezados públicamente por Paul Cronin, está haciendo las cosas esta vez de forma radicalmente diferente a la primera.

Para empezar, en esta ocasión no ahorraron ningún paso administrativo y se cuidaron mucho de no generarse ningún tipo de enfrentamiento con el Gobierno del Principado, algo que hace quince años no hicieron así.

Otra cosa que hacen es guardar todo el silencio que pueden y aunque si se les pregunta sí ondean la bandera de los beneficios económicos que generarán a la comunidad, hacen mucho más hincapié en que lo que quieren hacer estará milimétricamente cuidado para que no tenga impacto ambiental en una zona tan bella como es esa de Salave.

Tan en silencio fueron haciendo las cosas que se encuentran ya en una fase muy avanzada de la tramitación. Su proyecto, como no puede ser de otro modo tratándose de una mina de oro, es multimillonario.

Black Dragon desembolsará 84,3 millones de euros solo para empezar a trabajar y poner la mina en marcha según el propio plan que ellos mismos presentaron denominado Preliminary Eco- Dos enclaves de la mina y protesta contra su construcción. nomic Assessment (PEA).

A ese dinero, que no es poco, le sumarán otros 17 millones de euros durante los catorce años de vida útil que le calculan a la mina. Eso engloba el proyecto completo, que incluye cuatro años de obras antes poder comenzar a obtener algún retorno de la explotación minera.

Pese a esas cifras Cronin ya declaró en alguna ocasión que bajo su punto de vista se trata de "un gasto de capital inicial relativamente bajo". También afirmó que el proyecto que presentan "minimiza el impacto visual y de superficie" además, desde luego, de no contaminar en absoluto.

Todo eso a cambio de sacar de debajo de los lagos de Silva, como se les conoce, 19.200 onzas de oro al año durante once años. En Tapia no solo extraerán el mineral, también se hará el triturado, molienda y flotación, para después sacar el producto por mar a otras zonas para acabar el proceso. Sus cuentas son dar empleo a cincuenta personas.

OPOSICIÓN. Pero el proyecto, que acaba de cerrar en el Principado la fase de alegaciones, tiene cientos de ellas y de todo tipo. Como ya sucedió la primera vez se posicionaron en contra muchísimas personas y decenas de colectivos. El último en hacerlo público fue la cofradía de pescadores de Tapia de Casariego, donde están convencidos de que la pesca se verá también afectada por la construcción de una mina que, en realidad, se encuentra casi pegada al mar. Junto a ellos, Ecologistas en Acción, la Coordinadora Ecologista de Asturias o sindicatos ganaderos y agrarios.

Aunque sus alegaciones son variadas, hay una bastante común, que es el tratamiento de los residuos, que ellos aseguran que no está nada claro.

La extracción de oro implica complejos procesos químicos en los que se utilizan materiales muy contaminantes. Mientras la empresa sostiene que todo se hará con las máximas garantías para que no haya ningún problema, en sus alegaciones estos colectivos sostienen lo contrario.

Junto a ellos, muchos ganaderos de la zona sostienen que esto acabará con su modo de vida y acabará por contaminar el entorno en el que trabajan.

Esta vez los responsables de Black Dragon apelan públicamente desde su página web a que trabajarán de forma muy especial en la "aceptación de la comunidad". En ella hay quien espera la mina como oportunidad de empleo. La polémica sigue brillando.

El Principado ya tiene otras propuestas
Hace unas semanas la Coordinadora Ecologista de Asturias hizo públicos varios proyectos para la construcción de más minas de oro en diferentes zonas del Occidente de Asturias, incluso en Castropol, municipio vecino de Ribadeo.

Todo en el aire
Estos proyectos estarían en una fase mucho más retrasada que el de Black Dragon y por el momento se sabe muy poco de ellos.

Comentarios