Denuncian pintadas en dos coches estacionados en la calle Galiñeira de Cervo

También se los ensuciaron con excrementos de perro y lo achacan a una posible venganza por decir quien alimenta los gatos callejeros en esa zona
Uno de los coches dañados en Lieiro. EP
photo_camera Uno de los coches dañados en Lieiro. EP

Una familia que reside en la zona de A Galiñeira, en Lieiro (Cervo), presentó este lunes una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil por daños ocasionados en sus dos automóviles, que en la mañana del pasado día 16 aparecieron con pintadas en color rosa, en las que se lee la palabra "matagatos" en el lateral del lado del conductor, así como excrementos de perro lanzados sobre ventanillas, capó y cubierta de los vehículos. 

Los perjudicados se llevaron una sorpresa el viernes 16 al hallar los coches con esos daños. "Desde la ventana vimos que estaban sucios y al bajar a la calle observamos los excrementos y encontramos las pintadas, que la Guardia Civil, igual que nosotros, cree que son de perro". 

Excrementos sobre el coche. EP
Excrementos sobre el coche. EP

El propietario de los coches desconoce quién puede ser el autor de estos daños y tampoco efectúa una valoración de los mismos, aunque señala que es la primera vez que les ocurre una situación así. Posee seguro en ambos turismos, pero este no cubre los daños reseñados. Los afectados piensan que podría tratarse de una venganza, debido a que estos daños aparecieron en los automóviles unos días después de que presentasen en la casa consistorial cervense unas fotos en que se ve a una persona alimentado un grupo de gatos callejeros al lado de los edificios en que residen.

Estos vecinos perjudicados explican que en la zona donde viven hay muchos gatos en la calle, un problema cuyo origen sitúan en el año 2015, aunque dicen que desde entonces ha ido a más. Comentan que algunas personas les dan de comer y añaden que "estamos haciendo gestiones para que recojan los gatos y se haga cargo de ellos quien tiene competencias, porque está prohibido darles de comer en la vía pública". 

El dueño de los coches puso los hechos en conocimiento de la Guardia Civil, cuyos agentes hablaron con las personas que antes alimentaban a los felinos en la calle llevando la comida en una bolsa, pero ahora que se la tiran por las ventanas de los pisos, dice.